jueves, 8 de mayo de 2014

La del trajecito verde

“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3:5.

Corría 1988 y en Montevideo el frío era muy intenso. No estábamos acostumbrados a soportar tanto viento y bajas temperaturas. Veníamos de Brasilia, con un clima de eterna primavera, lo que hizo que sintiéramos aún más el intenso frío de la República Oriental del Uruguay. Solo traíamos ropa de verano.

La primera tarea fue proveer a nuestras hijitas de todo lo necesario para enfrentar el terrible frío, acondicionar la casa para que se mantuviera calefaccionada y acostumbrarnos a hacer las tareas cotidianas aun con frío.

Como eso significó mucho gasto, yo usaba con frecuencia un traje verde, bien abrigado, que combinaba con diferentes pullóveres y con el que iba a la iglesia sábado tras sábado. Lo que no sabía era que alguien me identificaba como “¡la del trajecito verde!”

Meses después, entrado el verano, cuando me enteré de cómo me habían identificado, me reí mucho, pero esa expresión me ha acompañado y me ha hecho reflexionar. ¿Cómo me conocen los que me rodean? ¿Cómo me identifico ante ellos? ¿Tengo la vestimenta blanca del amor de Jesús en mi corazón? ¿Testifico para ser reconocida como una hija de Dios, representándolo dignamente? ¿Mi comportamiento cristiano habla más fuerte que mis palabras? ¿O soy reconocida por mi vestimenta habitual, mi comportamiento no deseable, mi impaciencia, mis críticas, mis desaires a la gente, y por cuanta cosa fea hay en mí?

¡Qué gran responsabilidad la que Dios nos ha delegado! Ser luces en un mundo oscuro, la sal que da sabor a la tierra, perfume en un lugar pestilente.

¿Soy igual a los demás y voy por la vida sin que nadie lo note? ¿O soy esa persona que ama a Jesús, lo representa y lo refleja en todo?

Querida amiga, que Dios nos ayude cada día para representarlo dignamente y por su gracia ser transformadas día a día, para que cuando Jesús regrese nos encuentre listas para ir a vivir con él por la eternidad. Que podamos ser identificadas por el espíritu de humildad y amor de Cristo y la gente que nos rodea se sienta feliz de tenernos a su lado.

María del Pilar Calle de Hengen, Uruguay

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014

DE MUJER A MUJER

No hay comentarios:

Publicar un comentario

✿ Espero que te haya gustado esta entrada y te haya sido de gran Bendición para tu vida. ✿ Dios te Bendiga Hoy y Siempre ✿