Él cumplió su propósito en mí.

“¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido! ”. Salmo 138:8, DHH

Para estudiar en la Universidad Peruana Unión tuve que trabajar duramente año tras año. Escuchar acerca de las bellas experiencias del colportaje me llevó a vender nuestras publicaciones casa por casa. Cada verano salía a colportar a diversos lugares de la selva peruana. El tercer verano me enviaron a Pucallpa. Lo que yo no sabía era que Dios me había elegido para cumplir un propósito especial. Al llegar al aeropuerto de Pucallpa, conocí a Iván, y me sorprendí al enterarme de que era estudiante de Teología, pues nunca lo había visto en la universidad.

Transcurrieron los meses y nos hicimos amigos. Yo solo pensaba en lograr mi beca para terminar mis estudios y regresar a Chiclayo, mi ciudad natal. Lo que yo no entendía era que Dios me había elegido para acompañar al hombre que conocí aquella mañana en el aeropuerto.

El siguiente año fui a colportar a Iquitos, y allí me quedé seis meses trabajando. Luego, el director de colportaje me pidió que me trasladara a Pucallpa. Viajé para continuar el trabajo allá, y al llegar, ¡oh sorpresa!, aquel joven también había postergado sus estudios y estaba trabajando en la misma ciudad. Continuamos nuestra amistad y nos conocimos mejor. Un día, bajo la sombra de un árbol, en algún lugar de la Misión del Oriente Peruano, Iván me dijo: “Rosy, quiero que seas la compañera de mi vida, la madre de mis hijos. ¡Cásate conmigo!”. Casarme no estaba aún en mis planes, sin embargo sí estaba en los planes de Dios.

Me casé en febrero de 1995, con un siervo “conforme al corazón de Dios”. El Señor nos ha bendecido con dos hermosos hijos, y soy muy feliz de compartir mi vida con un hombre fiel, honesto y temeroso de Dios. Siento que Dios cumplió su propósito en mí.

Amiga, si rehúsas cumplir con el propósito de Dios, te perderás las ricas bendiciones que él tiene reservadas para ti. Déjate guiar, porque su misericordia es para siempre. Aunque tengas pensamientos y planes diferentes, deja que el Señor cumpla el propósito que tiene para tu vida. Dale tu voluntad: él sabe qué es lo mejor para ti.

Rosa Llontop Díaz de Valladares, Perú

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014

DE MUJER A MUJER