Llamaras su nombre Jesús, porque ÉL salvará
a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21)
A un hombre se le dio la oportunidad de ser misionero. Él ya había hecho muchas buenas obras para Dios, pero esta era la primera vez que lo llamaban para viajar a otra región. Estaba muy preocupado porque las personas del lugar a donde debía ir tenían reputación de frías y despiadadas; si no les agradabas, podrían expulsarte de sus tierras. Sabía que si viajaba a ese lugar, su vida podría estar en peligro. Pero, también sabía que era el único que podía hacer ese trabajo; entonces, accedió a predicar a la gente de allí.
Cuando llegó por primera vez, nadie le prestó atención. No había razón para que lo hicieran; para ellos era un “don nadie”. Pero él había llegado con una misión de Dios, y estaba decidido a que escucharan el mensaje. Diariamente oró por orientación, sabiduría y el poder para hacer grandes milagros en el nombre de Dios.
Al poco tiempo, tenía muchos seguidores. Estaban asombrados ante la verdad de las palabras que predicaba. Las personas sentían esperanza después de oír su mensaje; les hacía creer nuevamente en la bondad.
Pero también hubo muchos de los lugareños que no se impresionaron. De hecho, algunos pensaban que era un loco y exigían que dejara de predicar y se fuera. Cuando vieron que se quedaba, armaron un plan: le tendieron una emboscada, lo secuestraron y lo asesinaron.
Tal vez has oído antes de este misionero. Su nombre es Jesús.
¿Y AHORA?
Jesús vino a la Tierra con un propósito: trabajo
misionero. ¿Cuál fue su misión? ¿Crees que cumplió?
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro” Compilado
por Penny Estes Wheeler.
por Penny Estes Wheeler.