"Deléitate en el Señor, y el te concederá los deseos de tu Corazón". Salmo 37:4

lunes, 19 de enero de 2015

Lazos y cuerdas de amor que se han roto


“Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida. No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir ” (Oseas 11:4, 5).

La Escritura compara el amor divino hacia sus hijos con el amor conyugal. En la profecía de Oseas esta relación toma tintes dramáticos porque el Señor, extrañamente, ordena al profeta: “Ve, toma por mujer a una prostituta y ten hijos de prostitución con ella, porque la tierra se prostituye apartándose de Jehová” (Ose. 1:2). La vida matrimonial de Oseas había de ilustrar el misterio de los designios de Dios con Israel. Tomó a Gomer por esposa, tuvo tres hijos varones con ella, pero su mujer le fue infiel marchando tras sus amantes y abandonando a su marido. El alma trastornada y agitada del profeta continuó, sin embargo, amándola y esperando que regresase al hogar. Así, el amor de Dios por su pueblo, la ternura paternal con sus hijos, protagonizados en su trágica experiencia personal, fueron el mensaje de conversión y esperanza dirigido a Israel.

En efecto, los sentimientos más íntimos del ser humano se expresan en el matrimonio y la vida familiar, pero esos lazos de ternura y cuerdas de amor se rompen con el divorcio. ¿De qué libera el divorcio y a qué precio? ¿Se puede hablar de divorcio real cuando existen hijos nacidos en el matrimonio? ¿Cómo, según la Palabra de Dios, podemos estabilizar las relaciones conyugales o prevenirlas? ¿Qué ayuda nos ofrece el Señor?

¡Qué desgracia! Todo un hermoso proyecto de vida se ha desmoronado. Jamás debemos olvidar que el divorcio ilustra en la Biblia la desdicha de la ruptura con Dios, que lo que él juntó no quiere que lo separe el hombre, que sobre el matrimonio cristiano reposa una bendición y bienaventuranza divinas y el don de la gracia santificante para conservarlo y fortalecerlo que podemos invocar, que el amor conyugal “es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser” (1 Cor. 13:4-8).

No olvides que hay un Dios en los cielos… cuando parece inevitable la ruptura conyugal; cuando los vínculos de amor parecen haber desaparecido; cuando tras el divorcio se siente frustración, soledad y fracaso personal; cuando mirando hacia atrás prevalecen la nostalgia, el sentimiento de culpa o el enojo.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015

Pero hay un DIOS en los cielos…

Por: Carlos Puyol Buil

Mientras respiremos hay esperanza


Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Tito 2:13.

Noemí Gil Gálvez, en Conéctate con Jesús, el devocional para menores de 2010, en la página 103, define la esperanza de la siguiente manera: “La palabra ‘esperanza’ deriva del verbo ‘esperar’, que significa confiar en que algo sucederá. Es vivir con la ilusión de que lo que deseamos se hará realidad. Es confiar y avanzar hasta alcanzar lo que nos proponemos”.

Hace unos meses me uní a un grupo de apoyo espiritual de la Fundación Esperanza de Vida para niños con cáncer. Allí escogemos un valor, lo estudiamos en la Biblia con las madres de los niños, y luego lo discutimos sobre la base de los principios cristianos. A causa de que el nombre de la institución incluye la palabra “esperanza”, decidimos comenzar con este valor, a fin de ayudarlas a desarrollar y fortalecer la esperanza individualmente, y que así ellas pudieran enseñarla y transmitirla a sus hijos. Estudiamos durante siete viernes consecutivos, y nuestra confianza espiritual creció con la certeza de que Jesucristo es nuestra mayor Esperanza.

Dos de los adolescentes internos se unieron al grupo de madres. El conocimiento de la bendita esperanza en la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador transformó su vida. Aunque continúan con sus tratamientos, viven con el anhelo de que algún día serán sanados, y esto los ayuda a avanzar confiados y optimistas.

Ellos han podido transmitir a otros esta esperanza. Un viernes llegó una adolescente nueva con cáncer en el cerebro y extensión a la médula espinal. Su madre estaba muy triste, pero ellos hablaron con ella y nos solicitaron unirnos en oración por su caso.

Las madres han aprendido a leer la Biblia. Observan, interpretan y aplican a su vida cada versículo que estudian. Algunas demuestran convicción y fe, en medio de sus problemas, y su dolor y tristeza por la enfermedad de sus hijos. Abrigan la esperanza de un mundo mejor donde no habrá muerte, tristeza ni dolor, porque estaremos siempre con Jesús.-Marilin Vargas Delgado.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015

Jardines DEL ALMA


miércoles, 14 de enero de 2015

Un Regalo de Dios


Acepta cada día como un regalo de Dios, levántate como si fuera una fiesta. No te levantes demasiado tarde, mírate al espejo y sonríe a Dios con tu primera sonrisa. Así el sol saldrá todos los días en tu corazón para los demás. 
Dile a cada uno con quien te encuentres con palabras o sin palabras: Cristo te ama. Díselo con una sonrisa, con un gesto de reconciliación, con un apretón de manos, con una palabra de estima, con una mano apoyada en su espalda, con un abrazo, un beso. 

Díselo con los pequeños favores y detalles de cada día y construirás un mundo nuevo digno de vivir.

Manos de Bendicion

Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron. Marcos 6:41, 42.

Las manos de una persona nos dicen mucho acerca de ella. Si vemos a un adulto con las manos y las uñas negras, pensamos que es un mecánico. Si alguien tiene manos delicadas, tal vez trabaja en una oficina.

¿Cómo habrán sido las manos de Jesús? Eran fuertes y con dedos gruesos, a causa del trabajo en la carpintería. Sin embargo, la forma en la que Jesús usó sus manos en su ministerio terrenal nos dice mucho de su persona. Las suyas eran manos de bendición.

Luego de haber escuchado durante todo el día a Jesús, una multitud de más de cinco mil personas ya mostraba signos de hambre y cansancio. Jesús quiso alimentarlas para que no regresaran a sus pueblos con hambre. Pero lo único que tenían eran cinco panes y dos peces entregados por un niño. Jesús usó lo que había: tocó los panes con sus manos, los bendijo y se multiplicaron. Él podría haber dicho “que haya pan”, así como lo hizo en la creación; sin embargo, prefirió multiplicar lo que tenía en sus manos. Podría haber creado una mesa llena de manjares, pero no lo hizo. Usó lo poco y sencillo que había. Jesús bendice lo poco y sencillo que tengamos.

Dios está listo para abrir sus manos y darnos su bendición. “Los ojos de todos se posan en ti, y a su tiempo les das su alimento. Abres la mano y sacias con tus favores a todo ser viviente” (Sal. 145:15, 16, NVI). A veces nos cuesta abrir las manos para dar. Pero Dios no es así; con solo abrir su mano puede abrir las compuertas de los cielos y colmarnos de bendiciones, aunque no lo merezcamos.

Sin embargo, para que Jesús bendiga algo, tú tienes que dárselo. Él no habría bendecido los panes si el niño no se los hubiese dado.

¿Qué necesitas hoy de Jesús? ¿Será que necesitas que bendiga tu cuerpo para que recuperes tu salud, o tu matrimonio, o tus finanzas? ¡Entrégaselos hoy, porque las manos de Jesús son manos de bendición!- Nibia Mayer.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015

Jardines DEL ALMA


miércoles, 7 de enero de 2015

La rosa ignorada

Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación. Salmo 149:4.

En cierta ocasión viajaba con mi esposo desde Oregón hacia Washington, para presentar un seminario para matrimonios y celebrar una Santa Cena. Nos habíamos comprometido a llevar el pan y, cuando entramos en la carretera, le pregunté a mi esposo si había puesto la caja del pan en el maletero. Él no se acordaba, y nos detuvimos para verificarlo. Justo cuando abrí la puerta, ahí frente a mí, entre el polvo y la maleza, encontré una hermosa rosa roja. Fue lo más bello que había visto ese día.

Al comprobar que llevábamos el pan, entré en el auto, emocionada, y le comenté a mi esposo el regalo que el Señor me había dado. Más tarde, al presentar el seminario, usé la flor como ilustración.

¿Podrán mezclarse lo sucio y lo hermoso? Sí, mi hermana, así como esa hermosa flor estaba allí, ignorada, también nosotras somos hermosas ante los ojos de Jesús; por más humildes y sencillas que seamos, somos sus princesas. Él nos cuida, nos protege y jamás nos ignora. Por nosotras, él se entregó en la cruz del Calvario y, aunque estamos manchadas por el pecado, él nos limpia y nos considera muy valiosas.

Jesús es nuestro Alfarero. Del barro, y luego de un proceso que incluye agua, fuego y talento, saca preciosas piezas de alfarería: ¡Nosotras! Luego nos retoca con pinceladas de amor para embellecer nuestro carácter. Y la obra sale del horno perfecta y hermosa. Entonces, decimos: “¡Gracias, Señor, porque nos permitiste pasar por este doloroso proceso a fin de asemejarnos a Jesús!”

Pongámonos en las manos del Alfarero, y nuestra vida será transformada. No te dejes enterrar bajo el polvo del camino. Tu dignidad y autoestima están guardadas en Jesús. Sacúdete el polvo, levántate por encima de tus limitaciones y permite que la belleza de Cristo brille en ti. Recuerda: Donde hay barro y lodo también podemos encontrar la Rosa de Sarón. Tú puedes ser como la flor rosada que alegró mi día, llevando gozo y esperanza a quienes te rodean. ¡Tú eres hermosa y valiosa a la vista de nuestro Dios!– Alina Careaga.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015

Jardines DEL ALMA


domingo, 4 de enero de 2015

La lección del girasol

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2.

Era de mañana, temprano. Estaba sacando las semillas del corazón de un girasol gigante. Parecía una tarea interminable, pues eran incontables las semillas que se anidaban en sus cavidades. Recordé las veces que mis ojos se habían detenido a contemplar esa maravilla. Verlo crecer me producía alegría. Vi abejas posar en él y contemplé el color verde oscuro de su impresionante tallo. Curiosa, miraba sus hojas en forma de corazón y el amarillo intenso de sus pétalos, que cercaban su centro, siempre cambiante y atractivo, con el trasfondo de un hermoso cielo azul… ¡Toda una delicia para la vista!

Ahora, con la flor seca en mis manos, miré detenidamente ese corazón aún henchido de semillas. Cada cavidad es como una casita que guarda celosamente el benéfico fruto, resultado de su corta vida en búsqueda diaria de la luz del sol. Las semillas son nutritivas y ricas en vitamina E y minerales, y ayudan a bajar el colesterol en la sangre.

Y lo que capté en ese momento me impactó: muchos son los que sienten que no han alcanzado todas sus metas. Piensan que la vida es muy corta y, a pesar de todo lo que han sobrellevado, se sienten insatisfechos e inútiles.

El girasol, una vez un radiante cuadro de vigor y belleza, y ahora marchito, me recordó la exhortación de Pablo: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Me enseñó que, si vivimos mirando al Sol de justicia, inevitablemente produciremos frutos de bendición. Mirando al cielo, no importan los reconocimientos humanos ni los grandes logros terrenales. Si tu vista está fija en Cristo, estás sembrando para el Espíritu, y del Espíritu segarás vida eterna (ver Gál. 6:8). En la patria celestial sabrás a cuántos impactaste por medio de una vida que ha mirado lo que es de verdadero valor: a Cristo, su sacrificio y su vida victoriosa.

¡Mira a Jesús y vive en victoria! Tu vida irradiará con el resplandor de su amor y en las mansiones eternas cosecharás incontables frutos. Allí constará, ante todo el universo, que no fueron en vano ni tu vida ni tu labor—Rhodi Alers de López.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015

Jardines DEL ALMA



viernes, 2 de enero de 2015

ES TIEMPO DE ENTENDER LAS PROFECÍAS


“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro enero hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia aumentará ” (Daniel 12:4).

Hace algunos años, hablar del fin del mundo era un tema casi exclusivamente religioso. Parecía que los sermones de líderes espirituales acerca del futuro eran demasiado catastróficos, infaustos y negativos ante los discursos progresistas y vanguardistas de los sectores científicos de la sociedad. Sin embargo, actualmente son los ambientalistas, los ecologistas e investigadores quienes están seriamente preocupados por el calentamiento global y el cambio climático del planeta, el cual ha provocado que hoy padezcamos cada vez más huracanes -y más agresivos- así como más terremotos. A eso hay que agregar las asfixiantes crisis económicas en diversas partes del mundo, así como la amenaza de estallidos sociales que eso puede provocar. Son tiempos de una enorme intranquilidad social, como predijo la Biblia, un escenario de “angustia de las gentes” previo a la venida de Jesús a este mundo (Luc. 21:25).

En efecto, nueve veces, la expresión “tiempo del fin” y otros términos paralelos aparecen en el libro del profeta Daniel. Por otra parte, todos los ciclos proféticos que presenta se cierran con una descripción de los eventos que tendrán lugar al final de la historia. Hasta el siglo XVIII, la parte de este libro relativa a los acontecimientos finales había sido considerada como oculta, secreta, incomprensible, pero en el siglo XIX, el tiempo del cumplimiento de lo profetizado estaba cerca y el libro debía ser estudiado y revelar los secretos tan celosamente guardados. Así lo comprendieron y proclamaron los pioneros de nuestra iglesia. Elena de White escribe: “A medida que nos acerquemos al término de la historia de este mundo, las profecías registradas por Daniel exigen nuestra atención especial, puesto que se relacionan con el tiempo mismo en el que estamos viviendo” {Profetas y reyes, p. 245).

Los anuncios del libro de Daniel son una providencia especialmente revelada para el pueblo de Dios del tiempo del fin. Ellos nos marcan el camino que debemos seguir y el mensaje del juicio que debemos predicar; nos dan fe y seguridad en la dirección profética de Dios; nos advierten y preparan para el gran reencuentro con nuestro Salvador. Nos recuerdan que hay un Dios en los cielos invitándonos a estar pendientes del reloj profético, recordándonos que ha llegado el momento de estudiar las profecías que anuncian el devenir de este mundo.

Hoy es el tiempo ideal para levantar nuestras cabezas y observar con atención el cumplimiento de las profecías que anuncian el regreso de Jesús a este mundo.


Matutina 2015


♥ Feliz y Bendecido Año 2015 ♥


La Biblia dice que la Voluntad de Dios es agradable y perfecta, ¿Cómo sería tu vida si siempre hubieses cumplido la voluntad de Dios? El Señor quiere que seas prosperado, no reproches, sino empieza aceptando para luego entender. 

Feliz y Bendecido Año para Todos ♥






¿Que Ha Hecho Dios En Tu Vida? ♥

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