martes, 8 de noviembre de 2016

LAS HISTORIAS DE LOS ELEGIDOS ♥


«Pero el que guarda su palabra, en ese verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo». 
1 Juan 2: 5, 6

Lección 2: Un reavivamiento de la espiritualidad lleva a un reavivamiento de la sencillez. Échame una mano, por favor. Habiendo vivido en una ciudad universitaria todos estos años, he oído los retos sinceros y francos que los jóvenes plantean a la comunidad de los elegidos. «Explíqueme, por favor, por qué, si un conjunto de cinco diamantes se mueve quince centímetros, el conjunto prohibido se vuelve aceptable». Y señalan desde el lóbulo de la oreja bajando unos centímetros hasta donde se prende un broche en un vestido. O: «Por favor, explíqueme cómo puede usted condenar aretes de cinco dólares mientras conduce un automóvil de cincuenta mil dólares o una casa móvil de ochenta mil». Está bien. Lo cierto es que la modestia es un arma de doble filo, ¿no? ¿No es un tanto incoherente imaginar a un Dios del universo que pudiera pedirnos sistemáticamente que abandonemos el adorno externo pero que no tenga nada que decir sobre casas que están muy por encima de nuestra posición económica o mucho más allá de nuestra necesidad personal?

Entonces, ¿qué pasa si todos decidimos vivir con la misma sencillez? Es más que casualidad que en dos coyunturas cruciales de la historia de los elegidos, la comunidad de fe escogiera la misma respuesta. El fugitivo Jacob vuelve a casa con una numerosa familia y con muchos rebaños. Dios le sale al encuentro en la frontera de la tierra prometida y lo llama a acudir a adorar en Betel, el sitio en el que vio hace tanto tiempo la escalera al cielo. Jacob convoca a su familia para comunicar el llamamiento divino y, como respuesta, entierran sus adornos debajo de una encina (Gén. 35: 1-4). Asombrosamente, los hijos de Israel dan una respuesta idéntica al pie del monte Sinaí tras su debacle moral. «Por eso, a partir del monte Horeb los israelitas no volvieron a ponerse joyas» (Éxo. 33: 6, NVI).

Cuando el Dios que inició ambos reavivamientos espirituales vino en persona a vivir entre nosotros —este Dios que, con derecho, podía llevar puesta toda gema y toda corona del universo—, encarnó el valor de la sencillez divina. En el momento de su muerte echaron a suertes la única túnica que poseía —ni casa, ni monedas, nada salvo una vida de sencillez modesta—. Profunda espiritualidad, radical sencillez: he ahí hoy el ejemplo de Jesús para ti y para mí. «Síganme por entero». ¡Con gratitud!


Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2016
“El Sueño de Dios para Ti, Tú Eres el Elegido”
Por: Dwight K. Nelson


SIN REVELACIÓN NO HAY VIDA

Sin profecía el pueblo se desenfrena; más el que guarda la ley es bienaventurado. 
Prov. 29:18.


La palabra "profecía" en el original hebreo es chazón, que puede ser traducida como visión, pero que significa específicamente "revelación o instrucción de Dios". En este contexto, sin la instrucción divina, el pueblo está condenado a una vida de fracaso y deteriorización. 

Cada vez que tú compras un aparato eléctrico, recibes un manual de instrucciones. Si tú quieres que el aparato dure y produzca al máximo, tienes que seguir el manual. Pero si no lees las instrucciones, y lo enchufas sin prestar atención a las indicaciones, el resultado será desastroso. Tú habrás perdido tiempo, dinero y paciencia. 

El ser humano no es un aparato, es una persona. No tiene un fabricante, tiene un Creador. Ese Creador dejó un manual de instrucciones para que la criatura fuese feliz, próspera y realizada. La razón por la cual muchos son desdichados y fracasan en sus relaciones, en la vida financiera, profesional y familiar, es sencillamente porque ignoraron las instrucciones divinas. Viven la vida de cualquier manera, esperando que resulte bien. Tú puedes incluso conseguir dinero, poder y fama, pero la vida no es plena, por lo menos, no como Dios la planeó. 

¿Por qué es tan difícil para el ser humano seguir las instrucciones de Dios? Por causa de su naturaleza. Desde pequeño, el ser humano se encapricha en vivir solo. Suelta el brazo del padre, se golpea la cabeza en la esquina de la mesa, quiere comer sin ayuda de la madre, y mete la cuchara por los ojos y por la nariz. A pesar de sus derrotas constantes, el espíritu de independencia está presente en su comportamiento a lo largo de la vida. 

Cuando crece, las consecuencias de vivir ignorando las instrucciones de Dios, no son tan simples como golpearse la cabeza y llorar. Son dolorosas y trágicas: derrota, frustración, vacío y muchas veces, la muerte. 

Dios quiere que tú seas feliz. El te creó con un propósito maravilloso. Aunque en este instante tú estés enfrentando el mayor drama de tu vida, el plan divino para ti continúa intacto. Por eso, hoy, antes de salir a enfrentar los desafíos de la vida, detente, medita y recuerda: "Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado".

Alejandro Bullón


lunes, 17 de octubre de 2016

¡YO CREO!

Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. Prov. 14:12.


El otro día me encontré con una persona pidiendo ayuda en la calle. Se le había pinchado una rueda. "Yo creí que tenía rueda de auxilio, pero no tenía", le dije todo avergonzado. ¿Sabes? Las suposiciones son traicioneras y peligrosas. Las suposiciones son cosas que tú crees como verdaderas y a veces acaban siendo falsas. Las suposiciones, la mayoría de las veces, son necias e incorrectas. Tú crees que estás en el camino correcto, que tu idea es extraordinaria, o que la imagen que tú tienes de una persona es correcta y, sin embargo, con el correr de los días descubres que estabas completamente engañado. 

Hay personas que perdieron grandes oportunidades, simplemente porque hicieron suposiciones equivocadas. Cuando tú te dejas llevar por las suposiciones, lastimas a las personas queridas y hasta destruyes relaciones importantes. Por eso, el proverbio de hoy afirma que el fin de seguir el camino que tú supones correcto, puede ser de muerte. 

Pero, al fin de cuentas, ¿no es responsabilidad tuya escoger el camino que quieres seguir? ¿No eres tú el que tiene que saber si este o aquel es el camino verdadero? ¿Será que el consejo divino es que tú debas orientar tu vida siguiendo apenas la opinión de las personas? No, claro que no. El consejo divino es: No te dejes llevar por las suposiciones. Fundamenta tus convicciones. ¿Tú crees en algo porque todos creen, o porque encontraste razones sólidas para aceptar este o aquel concepto? 

Fundamentos sólidos para apoyar cualquier concepto solo pueden encontrarse en una fuente que a lo largo de la historia haya demostrado que es infalible. Esa fuente de sabiduría no puede ser solo la acumulación de la experiencia o del conocimiento humano, Necesita tener su origen en Alguien que es eterno e inmutable. Esa fuente es la Biblia. Sus principios son eternos e infalibles. 

Si tú leíste este mensaje con humildad, percibirás que el Espíritu de Dios está tocando tu corazón para reflexionar. La decisión trascendental que tú vas a tomar hoy, ¿está fundada en lo que tú supones o en los principios de la Palabra de vida? Esto es básico, porque: "Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte".


Alejandro Bullón

jueves, 6 de octubre de 2016

❀ Frases Lindas con Imágenes ♥


❀ A veces las cosas no salen como tu esperabas, porque lo que te espera es lo mejor de Dios!
❀ DIOS quita pero cuando devuelve, MULTIPLICA...
❀ A veces lo mejor que podemos hacer es permanecer quietos, esperando que Dios se haga cargo de todo.


❀ La Fe en Dios no hace las cosas fáciles, pero si las hace posibles...
❀ No te aferres a cosas pequeñas porque DIOS tiene algo más grande para ti.
❀ Dios te de VALOR y FE cuando tu mente te dice "renuncia" y desde el fondo de tu corazón te dice: ¡INTÉNTALO UNA VEZ MÁS!

❀ Lo mejor está por llegar a tu vida, solo confía y espera.

❀ Enamórate de Dios primero y él te dará a la persona perfecta para ti, en el momento más adecuado.







sábado, 6 de agosto de 2016

LOS DOS MONJES


¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Romanos 14:4

En su libro El canto del pájaro, Anthony de Mello hace referencia al dilema de dos monjes. A veces los integrantes de ciertas órdenes religiosas se comprometen a no tocar a ninguna mujer bajo ninguna circunstancia. Pero estos monjes, cuando regresaban a su monasterio, se encontraron con una hermosa mujer a la orilla de un río. Tanto los monjes como la dama tenían que cruzar; sin embargo, como el río había crecido mucho la mujer necesitaba ayuda para poder llegar al otro lado. Y ese era el dilema: cómo ayudar a la mujer sin tener que tocarla.

Uno de ellos fue derrotado “por la tentación” y determinó que ayudar a la señora era mucho más significativo que cumplir con un insípido voto religioso. Se echó a la mujer en la espalda, cruzó el río y la dejó al otro lado.

Al ver esto, el otro monje se escandalizó y durante horas estuvo criticando, censurando y recriminando a su compañero: “Has olvidado la regla; cómo te atreviste a tocar a una mujer; qué dirá la gente de ti; has desacreditado la religión”. Finalmente, el acusado no aguantó más y le dijo: “Hermano, yo he dejado a aquella mujer en el río. ¡Eres tú quien la lleva ahora!” (p. 143).

¿Captas el mensaje? Hay gente que supuestamente no transgrede la Ley divina, pero se regodea en vivir recordando los pecados que otros han cometido. Por lo general, suelen olvidar que el que juzga y condena a los demás, con su crítica está asumiendo el pecado del cual probablemente hace tiempo que otros se han apartado. En tanto que Dios ya ha perdonado al pecador y lo ha declarado libre de su falta, muchos seguimos bajo condenación al vivir cargando en nuestros labios y en nuestra mente el pecado de nuestros semejantes.

Si en algún momento te sientes, como el monje de la historia, en condición de criticar lo que hagan los demás, te recomiendo que medites en este texto bíblico: “¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si queda bien o queda mal, es asunto de su propio amo. Pero quedará bien, porque el Señor tiene poder para hacerlo quedar bien” (Romanos 14:4). El pecador no tiene que darte cuenta a ti, sino a Dios.


Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco

domingo, 31 de julio de 2016

ASTUTOS AGENTES ENEMIGOS

Cuando lo oyeron todos nuestros enemigos  conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra. (Nehemías 6: 16.)

Cada vez que se comienza un verdadero trabajo para Dios, Satanás suscita oposición. Nehemías inspiró exitosamente a los judíos a reconstruir los muros de Jerusalén, y esto señaló al enemigo que tenía que contrarrestar el movimiento. El diablo tenia listos a tres hombres: Sanbalat, Tobias y Gesem.

“¿Qué están haciendo estos débiles judíos?”, preguntó Sanbalat sarcásticamente. “¿Piensan que pueden fortalecerse y hacer piedras de un montón de basura?”, rio Tobías, sacudiendo su cabeza. “Sea lo que fuere que están construyendo, si un zorro subiera sobre su muro lo derribaría”.

Se difundieron rumores de que Nehemías estaba intentando rebelarse contra el Imperio Persa y que se instalaría como rey. Esto tampoco funcionó. Los agentes del diablo ahora estaban realmente enojados, y comenzaron a conspirar para usar la fuerza.

Para estas alturas, algunas de las autoridades judías comenzaron a debilitarse. Aquellos que en efecto no estaban ayudando, pronto se unieron a los esfuerzos de Sanbalat y su séquito.

Pero. todo esto encendió el entusiasmo y la determinación de Nehemías. Sabía que su Dios estaba con él en este trabajo y que nada lo iba a detener.

Proveyó de armas de guerra a la mitad del equipo de trabajo, mientras la otra mitad trabajaba con sus espadas a su lado. instruyó a un trompetista para que se parara justo a su lado y colocó a los sacerdotes a lo largo del muro para sonar una alarma en caso de que el enemigo intentara un ataque.

Los enemigos de Israel sabían que tenían que hacer algo para detener a Nehemías. Sanbalat sugirió que se encontraran para una reunión, tramando en secreto matarlo. Pero, Nehemías no iba a caer en tal trampa y le envió un mensaje de regreso que decía: “Estoy haciendo un trabajo importante, así que no puedo ir”. Más tarde, Sanbalat invitó al astuto Semaías a urgir a Nehemías a encontrar seguridad en el Templo. “Te van a

matar, mejor, escóndete”, le dijo. Pero Nehemías también se dio cuenta de lo que estaban maquinando. “¿Por qué debería huir un hombre como yo ‘? No entrará”, fue su valiente respuesta.

A pesar de todas las conspiraciones, el trabajo en el muro fue finalmente terminado. Y los enemigos supieron que Dios estaba con su pueblo.

sábado, 9 de julio de 2016

RESTAURACION DEL DOMINIO.


La religión pura y sin macula, delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha en el mundo.

SANTIAGO 1:27
La religión pura y sin macula, delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha en el mundo.
Un corazón engañoso es el resultado de una religiosidad vacía, la verdadera religión se expresa en la vida diaria con nuestros actos hacia las demás personas, haciéndolos sentir bien, restaurándolos en el nombre de Jesús!!
Jesús hizo todo por MI, por TI y por TODOS, nosotros somos llamados a alcanzar otras almas para Cristo, a ayudar a ser muchas cosas para alcanzar a tantas personas que lo necesitan, debemos atender sus necesidades físicas y enseñarles el mejor camino de la vida, honrarlos y decirles que son especiales para nuestro Padre!!
Una religión vacía se traicionara así misma en las relaciones con los demás, hacer distinciones superficiales, avergonzarnos de los necesitados, dar preferencia a quienes tienen prestigio o dinero es incomparable con la fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo, que quita todo favoritismo basado en riqueza o clase social!!
Jesús nos toma, nos limpia, nos restaura, es por eso que nosotros debemos ser faros de luz en todo momento!!

No dejemos de orar, porque Dios escucha a los que con amor y con fe le piden!!


domingo, 3 de julio de 2016

“VIDA, MUCHA VIDA.”

“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida?” (Mat. 16:26).

¿A QUÉ ASPIRAMOS EN LA VIDA? ¿A vivir sin dificultades o a vivir según los principios del reino de Dios? Cuando aspiramos a seguir en las huellas del Maestro, ciertos conflictos o dilemas dejan de ser tales para nosotras, porque nos mueven el amor, la paz, la justicia, el perdón… Es el apego al provecho que podemos obtener de las cosas de esta tierra lo que nos rebaja tantas veces a actuar al margen de los principios de Dios. Existe un gran contraste entre quien busca lo pasajero y quien persigue la bendición divina, incluya o no ventajas temporales.

La vida comienza cuando nos ponemos en consonancia con aquel que es la vida. Sus principios, que rigen el cielo, algún día serán instaurados aquí en esta tierra. Esos principios no buscan el bien para uno mismo, sino hacer el bien a los demás. Por eso C. S. Lewis, el autor de nuestra frase de hoy, afirma: “Si leemos la historia, veremos que los cristianos que más hicieron por el mundo presente, fueron precisamente los que más se ocuparon del venidero”.

Dicho en otras palabras: cuando centramos nuestra vida aquí en buscar el reino de Dios y su justicia es cuando comenzamos a ser activos para favorecer los principios que representa. Dios no gobierna este mundo, pero sí nos gobierna a nosotros, los cristianos, por eso este mundo cambia cuando cambiamos nosotros, cuando vivimos bajo el lema divino: amaos los unos a los otros 
(ver Juan 13:34).

Pablo nos da la clave de cómo vivir aquí en esta tierra esa vida que es vida de verdad: “A nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor” (Fil. 3:8). Conocer a Cristo cambia por completo nuestra perspectiva de la vida y nuestra manera de vivirla. Hagamos historia en este mundo viviendo como viviremos en el otro, y de ese modo sacaremos el máximo provecho de la vida aquí y recibiremos la vida allá.

Solo los principios de Dios permanecen. Solo los principios de Dios dan la vida. Aspiremos a vivir de tal manera que todos se den cuenta de que nuestras miras están puestas más allá de este mundo que, por otra parte, no permanecerá para siempre.

Aspiren al cielo, y obtendrán la tierra por añadidura; aspiren a la tierra, y no tendrán ni lo uno, ni lo otro. C. S. Lewis

Tomado de: Lecturas devocionales para Damas 2016
“Ante Todo, Ser Cristiana”
Por: Mónica Díaz

lunes, 6 de junio de 2016

✿ “DÉJATE ALCANZAR”

“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto” (Prov. 3:5, 6).

UNA ESTACIÓN de radio informó del robo de un vehículo. La policía estaba haciendo una búsqueda a través de los medios de comunicación porque, en un asiento del auto, el propietario había dejado una caja de galletitas rociadas con veneno. Iba a usarlas para matar ratas. Tanto el propietario como la policía necesitaban alcanzar al ladrón no para recuperar lo robado, sino para salvarle la vida. Irónicamente el ladrón estaba huyendo de las mismas personas que intentaban ayudarlo.* Algo similar nos sucede a veces con Dios.

Dios, a través de nuestra conciencia, de su Palabra y de otras personas, intenta a toda costa rescatamos del pecado. Pero nosotras, quizá por miedo al compromiso, o hallándonos estancadas en un sentimiento de culpa que no logramos superar, huimos de esa misma persona que puede damos la solución. Huimos a través de una vorágine de ocupaciones, diversiones y compañías que nos permiten mantener la conciencia cauterizada. Mientras, nuestra salvación corre peligro. De alguna manera vemos esa búsqueda insistente de Dios como una llamada a cuentas, o como algo que nos resta libertad, pero esto es simplemente porque nos falta conocer las verdaderas intenciones de quien nos busca; intenciones de rescate.

¿Confiamos en las intenciones de Dios? ¿Tenemos la seguridad de que quiere lo mejor para nosotras; de que, a través de las dificultades, pruebas y decepciones de la vida, pretende llevamos a una relación íntima con él?

No nos quedemos estancadas en una rutina que ve a Dios como teoría, pero no lo vive como realidad. Dejémonos alcanzar por él, con la seguridad de que quiere lo mejor para nosotras. Eso es lo que significa Gálatas 2:19, 20: “La vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. Ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí”.

Cuando aceptemos que no hay mayor amor que el de Dios, podremos dar el primer paso hacia una vida extraordinaria. Charles F. Stanley


Tomado de: Lecturas devocionales para Damas 2016
“Ante Todo, Ser Cristiana”
Por: Mónica Díaz

domingo, 5 de junio de 2016

El Amor es Jesucristo

Mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. (Romanos 5:6)

Jesús ha venido a buscarte y a salvarte (Lucas 19:10). Todas las cosas en las que has fracasado, cada minuto que malgastaste intentando arreglar las cosas a tu manera… todo puede perdonarse y restaurarse al colocar tu vida en manos del que te la dio primero. Quizá nunca lo hiciste. Entonces, hoy es tu día. “Ahora es el tiempo propicio; he aquí, ahora es el día de la salvación”
 (2 Corintios 6:2).

Quizá lo hiciste hace años} pero te has alejado mucho de tus raíces espirituales. Entonces, “arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor” (Hechos 3:19)-Aun si Cristo es tu estilo de vida y nunca dejaste de caminar en comunión con Él, los siguientes pasajes de las Escrituras serán un renovado motivo de gratitud por todo lo que ha hecho por ti.

La Biblia dice que somos pecadores desde que nacemos, desde el momento en que llegamos al mundo. “He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre” (Salmo 51:5). “Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas” (Isaías 64:6). Dios no envía al infierno a personas inocentes. Lo merecemos. Sencillamente, no podemos ser lo nucientemente buenos como para vivir con un Dios puro y santo. Sin embargo, “Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él” (1 Juan 4:9). “Aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo […] Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:6-8). “Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados” (1 Pedro 2:24). Por su muerte, Él invalidó la idea de que no mereces ser amado y no tienes valor. Si alguna vez te sientes de esa manera, no estás mirando la cruz. Allí, Él probó su amor por ti.

No se puede comprender por completo un amor semejante. “A duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:7-8).

Este amor tampoco se puede ganar. “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23). “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Es necesario recibirlo. “Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, V con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10).

Y cuando te apropias de esta nueva vida y este nuevo amor, eres libre para amar con una capacidad que nunca antes tuviste. “En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos […] Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto” (1 Juan 3:13-23 NVI). “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:8).

Él estuvo dispuesto a amarte aunque no lo merecías, aún cuando no correspondiste a ese amor. Pudo ver todos tus defectos y tus imperfecciones y aún así eligió amarte. Su amor hizo el mayor de los sacrificios para satisfacer la mayor de tus necesidades. Como resultado puedes (mediante su gracia) caminar en la plenitud y la bendición de su amor. Ahora y para siempre.

Esto significa que ahora compartes este mismo amor con tu cónyuge. Puedes amar aún cuando no te ame. Puedes ver todos sus defectos y sus imperfecciones y aún así elegir amarlo. Y aunque no puedes satisfacer sus necesidades al igual que Dios, puedes transformarte en su instrumento para satisfacer las necesidades de tu cónyuge. Como resultado, él o ella podrá caminar en la plenitud y la bendición de tu amor. Ahora y hasta la muerte

El verdadero amor solo se encuentra en Cristo. Y luego de recibir su regalo de nueva vida al aceptar su muerte en tu lugar y el perdón de tus pecados, por fin estás listo para poner en práctica el desafío.


El desafío de hoy
Atrévete a tomarle la palabra a Dios. Atrévete a confiar en Jesucristo para la salvación. Atrévete a orar: “señor Jesús, soy pecador; pero has demostrado tu amor por mí al morir para perdonar mis pecados, y has probado tu poder para salvarme de la muerte mediante tu resurrección. Cambia mi corazón y sálvame con tu gracia”.




Tomado Del Libro “El Desafió Del Amor”
Por Michael Catt, Stephen Kendrick y Alex Kendrick
Todos Los Derechos Son De los Autores

sábado, 28 de mayo de 2016

✿ Caminar confiadamente en Dios

Caminar confiadamente no quiere decir que andemos como si lo que esta a nuestro alrededor no nos afectara; pero si creemos que Dios es el Dios de lo imposible, no importara nada que este al frente de nosotros, porque el Señor ira delante de ti iluminando tu camino y dándote la sabiduría para saber por donde caminar. Suena un poco fantástico pensar que tenemos una protección acuesta y de que cada cosa que hacemos, y cada lugar por donde andemos, seremos sostenidos y levantados por un poder sobrenatural.

Pero es así, cuando nuestra vida esta construida sobre la Roca que es Cristo Jesús, no hay viento ni tempestad que pueda derrumbarnos. No hay temor ni angustia que no pueda ser aplacada por el Poder de Dios. 

Muchos Cristianos esperan que las circunstancias mejoren antes de "ceder" a la esperanza. Cuando sucede lo peor, y lo que era el motivo de su oración esta : "destruido sin remedio", quedan abrumados. Su fe esta tan debilitada que pierden el animo. Algunos pueden aun abandonar completamente el camino cristiano; otros simplemente dejan de funcionar vitalmente, y se convierten en adornos denominacionales antes que en "pescadores de hombres". ¿Quien puede pescar sin red? ¿Quien puede esperar sin Fe?

Las circunstancias pueden revelar las obras de Dios, pero pueden tambien oscurecer mi visión de El.
Solo cuando llego a conocer a Dios quien es bueno y lógico, confiable y amable, e íntimamente identificado conmigo es cuando mi fe y esperanza están en El (1 Pedro 1: 21)

Podemos pedir a Dios que restaure lo que esta destruido completamente en nuestras vidas, sabiendo que El es muy capaz de hacerlo. Pero permitamos que nuestra esperanza se eleve mas alto que las cosas que buscamos. Fijemos en nuestras mentes la verdad de que Dios siempre pretende lo mejor para nosotros.

viernes, 27 de mayo de 2016

HAY PERDÓN

La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. Sal. 85:10.
El martillo de la culpa es cruel. Te crucifica en el madero de tu propia historia. Los clavos de los recuerdos paralizan tu vida. Las personas pasan y tú quedas paralizado, Como si la derrota fuera el autocastigo que “mereces”.

Cuando la culpa no te perturba, puede ser aun mas peligroso. El cinismo es fatal. Es el abismo sin fondo, de donde no hay retorno. Es el punto final de cualquier historia.

El salmista demuestra en el Salmo 85 como Dios lidia con el problema de la culpa del ser humano. Este salmo habla del Calvario. Allí, en una cruz, se encuentran la gracia y la verdad, y se besan la justicia y la paz.

Al andar en sus propios caminos, la criatura escoge voluntariamente el camino de la muerte. No había esperanza en su triste existencia. El principio universal de la justicia establecía la consecuencia natural de su elección: muerte. Esta es una verdad incuestionable. No es la el castigo divino. Es un hecho. Una realidad lógica, la criatura rebelde había perdido el derecho a la vida. La muerte era justa. La justicia y la verdad están unidas en su veredicto de muerte. Pero en el Calvario la justicia n ose encuentra con la verdad, sino con la gracia. Que es la gracia? Es un regalo, una dadiva. Tú no la mereces. Nadie la merece. La justicia demanda que el hombre muera. Pero quien muere es Jesús y por gracia le otorga salvación al hombre.

La verdad es que la criatura peco y merece morir. En la cruz, esa verdad se besa con la paz. El hombre acepta el perdón divino y, aunque es verdad que peco, experimente paz porque Jesús murió en su lugar. Tu culpa fue expiada. El precio de tu rebeldía fue pagado, tu pecado fue perdonado. No lo pretendas entender. Solo acéptalo.

No más noches de insomnio. No mas culpa, ni desesperación, ni ganas de morir. Un Nuevo día amanece en tu vida. El Señor te entrega una página en blanco, para escribir una nueva historia.
Comienza hoy una nueva experiencia. Cuando el martillo de la culpa golpee tu corazón, cuando la conciencia te grite: “Culpable” la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron”.


Alejandro Bullón

lunes, 9 de mayo de 2016

LA VID Y LOS PÁMPANOS

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí”. Juan 15:4

EN VERANO SEGUÍ sus pisadas desde el mismo aposento alto de Jerusalén, subiendo por la callejuela, saliendo por el portalón y bajando por el camino adoquinado bastante cuesto y lleno de salientes que desciende desde el muro hasta un desfiladero en el valle que hay debajo denominado Cedrón. Los arqueólogos nos dicen que en la Jerusalén moderna quedan muy pocos caminos romanos de la época de Cristo. Pero este sobrevivió, y los eruditos creen que es el mismo camino que siguieron las sandalias de Jesús y los once discípulos bajo la luz plateada de la luna llena de Pascua del año 31 d.C. En algún punto de aquel camino sinuoso, el Maestro se detuvo junto a un emparrado bañado por la luna y pronunció las palabras del texto de hoy.

A través de una metáfora, Jesús vierte los secretos de la eternidad en una sola enseñanza. Toma una palabra que había usado a la luz de las lámparas del aposento alto y ahora, diez veces seguidas, convierte el sustantivo en un verbo. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay” (Juan 14:2) se convierte en “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes” (Juan 15:4, NVI). Lo que significa que la traducción también podría decir: “Moren en mí, y yo moraré en ustedes”. O “Residan en mí, como yo residiré en ustedes”. Por eso, en su paráfrasis en inglés The Message, Eugene Peterson vierte el versículo 4 con el equivalente de “Vivan en mí. Hagan su hogar en mí, como yo en ustedes”.

Con independencia de cómo desees expresarla, la dinámica enseñanza de Jesús es clara: Ofrece a cada amigo y a cada seguidor una unión tan estrecha e íntima que solo puede ser comparada con la unión entre un pámpano vivo y la vid que le da vida. ¡Qué podría ser más cercano! En palabras de Oswald Chambers: “Es un gozo para Jesús cuando un discípulo emplea tiempo para andar más íntimamente con él. Dar frutos siempre es mencionado como la manifestación de una unión íntima con Jesucristo” (My Utmostfor His Highest, 7 de enero). ¿Qué clase de fruto? “Que os améis unos a otros; como yo os he amado” (Juan 13:34).

No hace falta ser botánico ni horticultor para saber que el único objeto de la conexión de un pámpano con la vid es dar fruto. “Porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). No es de extrañar, entonces, que el amor de los elegidos no sea más que el fruto fragante, floreciente, de su unión con Cristo. No extraña que, como dijimos ayer, la luz brille por debajo de la puerta.


“El Sueño de Dios para Ti, Tú Eres el Elegido”
Por: Dwight K. Nelson


martes, 3 de mayo de 2016

ANTE EL DOLOR

“Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Cor. 12:9, NVI).

“¿Por qué sufro? ¿Es por culpa de Satanás, del pecado, o de Dios, que lo permite?” A veces nos quedamos estancadas en este “trilema” e, incapaces de hallarle respuesta, entramos en un coma espiritual porque nos parece que Dios es injusto. ¿Cuál es la causa del sufrimiento? Job se hizo esta pregunta, y en su experiencia encontramos respuestas.

Aunque Dios permitió la angustia de Job, no la causó ni procuró su mal para castigarlo por sus pecados, pues era justo e íntegro. Fue Satanás el culpable de su dolor y, a través de la prueba, Job llegó a una conclusión: “Hasta ahora, solo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos” (Job 42:5).

En su respuesta de total fidelidad a Dios durante el dolor, la fe de Job se fortaleció. Pablo convivió con otra prueba que le generaba preguntas: “Me fue dado un aguijón en mi carne […] tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí. Y me ha dicho: ‘Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad’ ” (2 Cor. 12:7-9, NVI). ¿Fue Satanás quien envió esa prueba al apóstol? No creo, puesto que su propósito, en palabras del propio Pablo, era “que la grandeza de las revelaciones no me exaltara” (vers. 7) y, obviamente, al enemigo le interesa que seamos orgullosos y autosuficientes, no que dependamos de Dios. El Señor consintió el aguijón y lo utilizó para pulir el carácter de Pablo. En su respuesta de total fidelidad a Dios durante el dolor, la fe de Pablo se fortaleció.

¿Quería Dios que su Hijo sufriera una muerte cruel? No, pero el pecado la exigía, y Dios “convirtió la mayor tragedia de la historia del mundo en su mayor triunfo: la salvación de la humanidad”.* En la respuesta de total fidelidad de Jesús durante la más dura prueba, nuestra fe se fortalece. ¿Es una necesidad imperiosa para ti saber por qué sufres? Recuerda que no podemos evitar las pruebas, pero sí sabemos que Dios (no el sufrimiento en sí mismo) produce en nosotros buenos frutos, gracias a ellas o a pesar de ellas. La pregunta clave que has de hacerte no es “¿Por qué sufro?”, sino: “¿Cómo responderé al dolor!”

La inquietud y el sufrimiento son nuestras penas mayores, pero las grandes verdades no se descubren sin pena. Anatole France

Tomado de: Lecturas devocional es para Damas 2016
“Ante todo ser cristiana”
Por: Mónica Díaz


martes, 19 de abril de 2016

PERDÓN EN JESÚS

JAH, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado. Sal. 130:3, 4.

La culpa tiene el terrible poder de paralizar. Paraliza la vida, los planes y los sueños. Nos hace sentir sucios, indignos y sin derecho a nada. Hay mucha gente fracasada en la vida porque, inconscientemente, aceptó la derrota como una forma de autocastigo. Esa gente cree que el sufrimiento que la culpa le produce, puede, de alguna forma, ganar un punto a su favor delante de Dios.

El salmista conocía muy bien el peso de la culpa, por eso menciona a Dios dos veces en una frase tan corta. "JAH, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse?" Se sentía como polvo. Por más que intentase justificarse o sublimar la culpa, su iniquidad lo condenaba. El martillo del pasado lo crucificaba en el madero de su propia conciencia.

¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Es la pregunta que perturbó al ser humano a lo largo de los tiempos. La respuesta es: Nadie. Porque el pecado mata. Mata lentamente, poco a poco, imperceptiblemente. Al comienzo, roda parece maravilloso, tú sientes sensaciones que nunca antes sentiste. Te sientes libre como un ave, tomas tu vida y vuelas por el mundo sin límites ni fronteras, por donde tu imaginación te lleva.

Pero el tiempo pasa. Implacable. Cruel. Insensible. Y cuando tú comienzas a darte cuenta de los estragos en tu vida física, moral o psíquica, ya es tarde. Las sombras de la noche ya te envuelven, te gustaría que el día se prolongara para cambiar el rumbo de las cosas, pero sientes como si la propia vida escapase de tus manos. No hay duda, el pecado mata. Nadie subsiste a él.

Por eso, la única solución está en el perdón, y el perdón solo puede alcanzarse a través de Jesús. Este don divino es ofrecido gratuitamente a todos, pero solo lo reciben "los que lo reverencian", es decir, los que le temen. Este temor no tiene nada que ver con el miedo. Es el resultado del amor, nacido de un corazón agradecido que aprendió a confiar en Dios ya creer en sus promesas.

A pesar de tu pasado, hoy puede ser un nuevo día para ti. Ayer ya pasó. No Cuenta. El futuro todavía no llegó, está en las manos de Dios. Aprovecha el presente para decir, como el salmista: "JAH, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado".


Alejandro Bullón



martes, 12 de abril de 2016

Por que no puedo acercarme a Dios

¿Te has tomado un tiempo hoy para pensar como está tu relación con Dios? … Antes, orar, leer la Biblia, congregarte, era sumamente “emocionante”, pero con el pasar de los años, esa “emoción” se ha esparcido como la neblina. En cambio ahora, toca a la puerta de tu corazón la memoria de aquellos días cuando te encontrabas en comunión con tu Padre Celestial y lamentas tanto no poder hacer lo mismo hoy.

Eso te lastima y te causa dolor, cuestionándote por qué ya no puedes acercarte a Él. ¿Es una lástima verdad? Es como si sacaran a un pez del agua y empezara a morir muy lentamente.

Ahora te pregunto: ¿Vale la pena evaluar qué ha pasado para que llegues a este punto de tu relación con Dios? ¡Reconozcamos que si! Si un día sentiste su abrazo y hoy ya no puedes hacerlo, una razón muy cierta hay. Y no es porque el amor de Dios para ti se haya agotado, no es que él haya dejado de mirar lo precioso(a) que tu eres. Tampoco es porque valgas menos para Él.

La Biblia afirma lo siguiente:


La mano del Señor no es corta para salvar,
ni es sordo su oído para oír.


Isaías 59:1

¡Para Dios nada vale más que tu! Y no es que Él te necesite, pero si desea que entiendas que tu sin Dios no vales nada. ¿Sabes cuál es la verdadera razón porque la no has podido acercarte a Él como solías hacerlo antes? Es porque has guardado en tu corazón algunas cosas que para Él son un estorbo.
¿Cuál es ese estorbo?


Son las iniquidades de ustedes
las que los separan de su Dios.
Son estos pecados los que lo llevan
a ocultar su rostro para no escuchar.

Isaías 59:2

La verdadera causa de nuestra separación con Dios es el pecado que habita en nuestro corazón. Él no es compatible con nuestras iniquidades. Su carácter santo no puede permanecer al lado de nuestras injusticias. Revisa que clase de situaciones pecaminosos has consentido durante esta semana…

Te escondes y huyes de confrontar tus pecados por miedo a que ellos sean mas poderosos que el mismo Dios a quien le rendiste tu vida años atrás. ¿Recuerdas esto?: La vida solo tiene sentido bajo la cobertura de Dios.

Cuando pasan semanas y no te acercas a Dios sientes que te desvaneces y mueres porque tus pecados solo te ofrecen tristeza, angustia y dolor.

Nadie puede decir que no conoce los pecados que tiene ni tampoco afirmar que Dios no los conoce, porque simplemente estaríamos engañándonos a nosotros mismos:


Tú sabes que son muchas nuestras rebeliones;
nuestros pecados nos acusan.
Nuestras rebeliones no nos dejan;
conocemos nuestras iniquidades.

Isaías 59: 12

¿Quieres acercarte a Dios pero en lo primero que piensas es en cómo le has fallado? Exactamente eso pasa, porque el pecado te acusa, pero Dios te restaura. Cuando Dios te observa, no ve tu pecado, sino al sacrificio que Jesús hizo en la cruz por ti.

Es en esa cruz donde hay confianza, esperanza y vida. No vas a encontrar otro lugar mejor para alcanzar perdón y amor que en la cruz de Cristo.

Cuando Jesucristo murió, lo hizo por todos tus pecados, pero tu debes arrepentirte y regresar a sus brazos de amor, y una acción consecuente ha de ser esta: ¡Abandona tus actos pecaminosos de una vez por todas! Debes abandonar esos pecados que te alejan de Dios: Mentira, fornicación, adulterio, pornografía, masturbación, hipocresía, incredulidad, egoísmo, licor, drogas, avaricia, etc…

¿Que estas pensando? Que llevando ese camino vas a conseguir algo bueno. Pues esa es la mentira que has creído por mucho tiempo, la Verdad es otra. Cristo Jesús te quiere hacer libre y darte un nuevo estilo de vida. Pero tu eres quien debe decidir seguir el camino de Dios.

Renuncia a tus pecados, renuncia a la vida que has llevado sin Dios. Y da la oportunidad para que el poder de Dios se manifieste en ti.

Y sino lo crees aquí te dejo un par de PROMESAS que hay para ti, para que las sustituyas por las BATALLAS PERDIDAS que has tenido:


El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Proverbios 28:13

Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. – 1 Juan 1:8-9

Dios te quiere dar unas nuevas vestiduras, por aquellas viles que el mundo te dio. Tu puedes ser un instrumento del amor de Dios, por la gracia y el perdón de Jesús.


¡VUELVE A JESÚS Y PERSISTE EN SUS CAMINOS!

Serpiente de Bronce en una Vara

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 
Juan 3:14,15.

Los israelitas estuvieron de luto por la muerte de Aarón durante treinta días. Después de ese largo período de aflicción, uno pensaría que el pueblo se habría tranquilizado. Pero, no. Ahora estaban atravesando un valle caluroso y arenoso, y los viejos hábitos de murmuración comenzaron de nuevo.

La columna de nube todavía estaba con ellos. Tenían mucha comida y agua. Sus pies no se habían hinchado para nada durante todo el viaje desde Egipto. Sus zapatos y sus ropas no se habían deteriorado. No había ningún enfermo o persona debilitada entre ellos. Dios constantemente los había protegido manteniendo lejos a las bestias feroces de caza y a las serpientes venenosas. Pero ellos, a pesar de todo esto, todavía se quejaban. Comenzaron con reclamos que eran una nueva variación de los viejos temas. “Odiamos este pan liviano”, protestaron, refiriéndose al maná.

Dios los había protegido incontables veces pero, por su ingratitud hacia su cuidado, quitaría su mano protectora. El desierto estaba lleno de serpientes ardientes, llamadas así porque su mordedura causaba una violenta hinchazón y una muerte rápida. Ahora, estas comenzaron a atacar a un gran número de personas. Casi no había tiendas donde alguien no estuviera muriendo o ya muerto. ¡Serpientes vivas! Estaban reptando y mordiendo tan rápido que era espantoso. Todos estaban tan ocupados asistiendo a aquellos que habían sido mordidos o intentando proteger a aquellos que no lo habían sido que no tenían tiempo para murmurar. El pueblo ahora confesó su equivocación y se humilló ante Dios.

Dios le indicó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la pusiese en una vara, de manera que quien fuera mordido pudiera mirarla, y vivir. Era un remedio muy inusual; ¿a quién se le ocurriría que podía ser sanado por mirar la imagen de una serpiente? A algunos les pareció que no daría resultado y murieron, simplemente, por rehusarse a mirar. Pero, para aquellos que miraron, hubo vida. Sabían que no había nada mágico en mirar a la serpiente de bronce, pero tenían fe en que era un símbolo de Cristo, quien se convertiría en pecado por todos.

Cuando miramos a Jesús, que fue levantado en una cruz, también podemos tener vida, el tipo de calidad de vida aquí y ahora que nos prepara para la vida que nunca terminará.




“Genial, Dios Tiene un Plan para Ti”
Por: Jan S. Doward

sábado, 26 de marzo de 2016

UN MISIONERO INOLVIDABLE

Llamaras su nombre Jesús, porque ÉL salvará
a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21)

A un hombre se le dio la oportunidad de ser misionero. Él ya había hecho muchas buenas obras para Dios, pero esta era la primera vez que lo llamaban para viajar a otra región. Estaba muy preocupado porque las personas del lugar a donde debía ir tenían reputación de frías y despiadadas; si no les agradabas, podrían expulsarte de sus tierras. Sabía que si viajaba a ese lugar, su vida podría estar en peligro. Pero, también sabía que era el único que podía hacer ese trabajo; entonces, accedió a predicar a la gente de allí.
Cuando llegó por primera vez, nadie le prestó atención. No había razón para que lo hicieran; para ellos era un “don nadie”. Pero él había llegado con una misión de Dios, y estaba decidido a que escucharan el mensaje. Diariamente oró por orientación, sabiduría y el poder para hacer grandes milagros en el nombre de Dios.
Al poco tiempo, tenía muchos seguidores. Estaban asombrados ante la verdad de las palabras que predicaba. Las personas sentían esperanza después de oír su mensaje; les hacía creer nuevamente en la bondad.
Pero también hubo muchos de los lugareños que no se impresionaron. De hecho, algunos pensaban que era un loco y exigían que dejara de predicar y se fuera. Cuando vieron que se quedaba, armaron un plan: le tendieron una emboscada, lo secuestraron y lo asesinaron.
Tal vez has oído antes de este misionero. Su nombre es Jesús.

¿Y AHORA?
Jesús vino a la Tierra con un propósito: trabajo
misionero. ¿Cuál fue su misión? ¿Crees que cumplió?



“Intensamente, Ejercita tu Cerebro” Compilado
por Penny Estes Wheeler.

viernes, 18 de marzo de 2016

El Odio


Bíblicamente hablando, hay aspectos positivos y negativos al odio. Es aceptable odiar aquellas cosas que Dios odia; de hecho, esto es una prueba de una posición recta delante de Dios. "Los que amáis a Jehová, aborreced el mal" (Salmo 97:10a). De hecho, cuanto más cercano es nuestro caminar con el Señor y más tenemos comunión con él, más estaremos conscientes del pecado, tanto dentro como fuera. ¿No lloramos y encendemos con enojo cuando el nombre de Dios es calumniado, cuando vemos hipocresía espiritual, cuando vemos incredulidad descarada y comportamiento impío? Cuanto más entendemos los atributos y amamos más el carácter de Dios, más seremos como él y más odiaremos aquellas cosas que son contrarias a su palabra y naturaleza.

El Señor menciona el odio en el sermón del monte: "Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio" (Mateo 5:22). El Señor no sólo manda que seamos reconciliados con nuestro hermano antes de ir ante el Señor, sino también que lo hagamos rápidamente (Mateo 5:23-26). El acto del asesinato mismo fue ciertamente condenado, pero el odio es un pecado del “corazón”; y todo acto o pensamiento de odio es un acto de asesinato en los ojos de Dios por el cual la justicia será demandada, posiblemente no en esta vida sino en el juicio final. Tan atroz es la posición del odio ante Dios, que un hombre que odia se dice estar caminando en la oscuridad, en contraposición a la luz (1ª Juan 2:9, 11). La peor situación es la de un hombre que sigue profesando la religión pero permanece en enemistad con su hermano. Las Escrituras declaran que tal persona es un mentiroso (1ª Juan 4:20). Puede engañar a los hombres, pero no a Dios. ¿Cuántos creyentes viven durante años fingiendo que todo está bien, sólo para ser hallado defectuoso porque ellos han guardado enemistad (odio) contra un compañero creyente?

El odio es un veneno que nos destruye desde adentro, produciendo amargura que corroe en nuestros corazones y mentes. Por esta razón las Escrituras nos dicen no permitir que brote una “raíz de amargura" en nuestros corazones (Hebreos 12:15). El odio también destruye el testimonio personal de un cristiano porque le quita la comunión con el Señor y otros creyentes. Seamos cuidadosos de hacer lo que el Señor aconsejó y mantener cuentas claras con todos acerca de todo, no importa cuán pequeño pueda ser, y el Señor será fiel a perdonar, como él ha prometido (1ª Juan 1:9; 2:1).

miércoles, 2 de marzo de 2016

EL CETRO DE LOS IMPÍOS

No permanecerá, pues, el cetro de los impíos sobre la heredad de los justos; no sea que también los justos extiendan sus manos hacia la iniquidad. Sal. 125:3

Me cansé de ser bueno". Esa fue la explicación que aquel hombre dio al ser descubierto en flagrante delito. La noticia corrió como una bomba por toda la fábrica, porque era considerado un empleado modelo entre los quinientos trabajadores de la empresa. El versículo de hoy explica eso. La actitud de los impíos es tan grosera, tan descarada e impune, que el justo corre el peligro de "extender la mano a la iniquidad".

El salmista habla del "cetro de los impíos". ¿Por qué el cetro? Los reyes usan el cetro' como símbolo de su realeza, poder y soberanía. En este mundo de pecado, los impíos de algún modo gobiernan y ejercen poder. Se consideran reyes. Sienten que están por encima de la ley. La burlan o la compran. Sobornan conciencias, condenan al inocente y "explican" sus actos de maldad.

Dios promete que esta situación "no permanecerá". Tú entiendes el sentido de permanencia cuando miras hacia los montes. Los montes son permanentes y parecen eternos. Las nubes pasan y los árboles nacen, crecen y mueren, las generaciones se siguen unas a otras, pero los montes permanecen en el mismo lugar.

"El cetro de los impíos" no será como los montes. Una persona sin Dios y sin escrúpulos, puede conseguir dinero, fama, poder y honra, pero todo es como las nubes. Hoy es, y mañana no es.

El mal parece vencer al bien. Hoy y mañana tal vez, pero siempre hay un pasado mañana, en que la justicia prevalecerá. Esto no es solamente una promesa, es una realidad. Si tú miras la historia en retrospectiva, verás a reyes, naciones e imperios que se consideraban indestructibles, derrumbarse un día, de manera tal que hoy apenas quedan rastros.

Por tanto, continúa luchando y enalteciendo los valores en tus actitudes diarias. No temas que te consideren un soñador o un idealista. No tengas envidia de la "prosperidad" de los hombres sin Dios.

Sé justo. Busca diariamente fuerzas en Jesús. No permitas que la injusticia de los hombres traiga amargura a tu corazón. Valoriza las cosas simples, que duran para siempre, porque "No permanecerá, pues, el cetro de los impíos sobre la heredad de los justos; no sea que también los justos extiendan sus manos hacia la iniquidad".

Alejandro Bullón