“Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas”. Josué 1:9, DHH.
Agradezco a Dios por haberme permitido nacer en un hogar cristiano y campesino. El campo demanda trabajar esforzadamente para obtener recursos para sobrevivir.
Desde pequeña, mis padres me daban tareas adecuadas a mi edad. A medida que crecía, cumplía con trabajos más exigentes.
Mis padres cultivaban cereales y forrajes para animales, criaban pollos, gallinas ponedoras y vacas lecheras. Nunca olvido las mañanas frías cuando salía con la helada sobre el campo a traer las vacas para ordeñarlas. Luego del desayuno, disfrutaba de la escuela, y por la tarde disponía de varias horas para juntar los huevos del gallinero, que embalaba en cajones para la venta.
Crecí al lado de mis padres, ayudándolos en todo y bien ocupada. Con el trabajo, me inculcaron el amor a Dios y el servicio a los demás. A los 18 años me enamoré de quien hoy es mi esposo. Luego de casarnos comenzamos nuestro trabajo misionero en la selva Amazónica. Así, llegamos a un barco, que sería nuestra casa y lugar de trabajo. Atendíamos física y espiritualmente a la gente que vivía a lo largo del río Amazonas.
Cierto día, alguien se acercó a nuestra embarcación para rogarnos que los visitáramos, pues hacía nueve años que no los visitaba un pastor. El río estaba muy bajo y no permitía que entráramos a un afluente con nuestra embarcación, así que mi esposo navegó solo durante casi tres días, hasta llegar y compartir la alegría de esos hermanos que tenían cuarenta personas preparadas para el bautismo.
Yo quedé al cuidado de la embarcación junto a mi hijita de dos años.
¡Cuánto agradecía a Dios por mi formación! En esa oportunidad tuve que demostrar mucha valentía: quedarme una semana sola con mi pequeña en medio de la nada, haciendo de capitana, marinera, cocinera, enfermera y muchas tareas más, pero estaba entrenada y segura de que servía al Señor y a mis hermanos.
Querida amiga, nunca dudes de que hay un Dios que te prepara, aunque sea mediante el duro trabajo, para enfrentar la vida que pondrá delante de ti, y te dice: “Esfuérzate y sé valiente”.
Graciela Hellvig de Hein, Brasil
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
miércoles, 30 de abril de 2014
lunes, 28 de abril de 2014
Texto Bíblico para Hoy
JUAN 16: 20-24
20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.
21 La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
22 También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.
23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
♥ Agradecida Dios estoy hoy de Ti ♥
Padre Celestial
Gracias te doy porque me has permitido
disfrutar de este maravilloso día,
de este maravilloso comienzo de Semana
el cual me has provisto para continuar
adelante; confiada en que tu estarás al
frente de cada batalla para darme la victoria
en el Nombre Poderoso de Jesús.
a todos los que por casualidad entrar a este sitio;
dale bendiciones y la seguridad de que sus
problemas y dificultades en tus manos
estarán mas que resueltas...
Tu eres un Dios de Poder
Gracias por mi familia, mi Hogar, mi esposo,
y por todo lo que me rodea en mi entorno.
Bendiciones que te pido en el Nombre Poderoso
de Jesús.... Amen
Bendecido Inicio de Semana para Todos
Hola como están!!!
Hoy les traigo estas hermosas imágenes para comenzar esta
nueva semana que Dios nos ha provisto... Bendecidas en el Nombre
Poderoso del Señor.
Dios les Bendiga Grandemente
Inmediata respuesta de Dios
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Salmo 23:4.
Mientras estudiaba la Maestría en Terapia Familiar, recibí una invitación de la directora del Ministerio de la Mujer de la Unión para dar unos seminarios en Bagua, Amazonas. Feliz, inicié mi viaje hasta Chiclayo, para luego abordar otro ómnibus hasta Bagua. El viaje se presentaba tranquilo y el clima, algo fresco, hizo que me quedara dormida después de haber orado.
Aproximadamente a las 2:10, cuando faltaba una hora y media para llegar a Bagua, en un tramo de la carretera donde no había asfalto, escuché varios impactos de bala y voces desesperadas que provenían de los pasajeros del ómnibus en el que viajaba. Algunos le pedían al conductor que no se detuviera, otros le pedían que acelerara, otros le rogaban que parara, pero todos gritaban asustados. Mi reacción inmediata fue orar: “¡Dios, ayúdanos por favor!” Viajaba en compañía de mis dos hermanas y ellas hicieron lo mismo. Vivimos momentos de angustia y escuchar el zumbido de las balas nos produjo terror. Llegué a pensar que moriríamos allí.
El chofer no paró, aceleró y nos alejamos de la balacera. Los minutos vividos parecieron horas hasta llegar al puesto de policía, que estaba a veinte minutos de allí.
Al abrir las cortinas de la ventanilla que correspondía a mi asiento, vi con sorpresa que una de las balas había dejado un agujero, los vidrios estaban hechos trizas y la persona que iba a mi lado tenía astillas de vidrio hasta en los oídos. Al bajar, observé otros dos impactos de bala en la ventanilla delantera, junto al asiento del chofer, que estaba vivo e ileso, pero muy nervioso. Al ver que Dios nos había librado de una muerte segura, elevé una oración de agradecimiento.
La policía, al hacer la inspección y comprobar que no había ningún herido, dijo que no se explicaba adonde habían ido esas balas que perforaron los vidrios de las ventanillas. Para nosotras estaba claro, Dios había hecho realidad su promesa: “No temerás [...] mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Sal. 91:6, 7). Nuestro Dios es infinitamente fiel y cumplirá todas sus promesas.
Magua de Cruz, Perú
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
viernes, 25 de abril de 2014
Feliz Sabado
Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
Éxodo 20:10
Feliz Sábado.
Hijos espías (parte 1)
“El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos Deuteronomio 33:27.
Era casi medianoche.
Como todos los días, sentí pasos sigilosos que se acercaron a la puerta, que se abrió y fue cuidadosamente cerrada. Como siempre, fingí estar dormida.
Mamá se aseguraba de que dormíamos para salir de casa. Yo nunca sabía adonde iba ni a qué hora regresaba.
Por un buen tiempo, mi espíritu investigador consiguió esperar unas horas, pero el sueño, el cansancio o el mismo frío terminaban por vencerme.
Ese día estaba decidida a espiar las extrañas salidas nocturnas de mamá.
Después de unos minutos, la lluvia comenzó a caer copiosamente sobre las viejas chapas de zinc, que emitían un ruido feroz. Fue entonces cuando desperté a uno de mis hermanos y le confesé el secreto que guardaba desde hacía tiempo. “Mamá sale de noche -le dije-, salgamos a buscarla y ver qué hace y adonde va”.
Nos pusimos ropa de lluvia y salimos. Miramos alrededor del patio y no vimos nada. Fuimos a la calle, miramos en ambos sentidos, tratando de identificar su particular silueta, cuyo caminar podíamos advertir sin problemas pues la desigualdad de sus piernas le exigía un vaivén a cada paso. No vimos nada y un poco chasqueados, regresamos.
De pronto, observamos una tenue luz en medio del potrero que lindaba con nuestra casa. Nos acercamos con gran temor, sin hacer caso de la lluvia.
Había un bulto amarillo junto a la luz de una lámpara que terminó por apagarse. Bajo el bulto se advertían grandes y toscas botas para el agua.
¡Eran las botas de mamá! Corrimos hacia ella y la abrazamos llorando. Un piloto amarillo cubría su delgado y frágil cuerpo. Le preguntamos el motivo de sus “escapadas”, y porqué se estaba mojando. Nos abrazó fuertemente y nos explicó que “su día a día era muy difícil de enfrentar”. Nos dijo que ese lugar era el refugio donde encontraba fuerzas, y el santuario donde podía hablar con “su Padre celestial”. Fue entonces cuando descubrimos que sus salidas eran para orar e interceder por nosotros. Pedía fortaleza y sabiduría para guiarnos.
Nunca más espiamos a mamá, pero sí descubrimos que cada jueves ayunaba por nosotros, ejemplo que sigo hasta hoy en mi propia vida.
Sissi Alvarado de De la Fuente, Chile
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
miércoles, 23 de abril de 2014
Hasta su regreso
“Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”. Génesis 15:6.
Las hijas de Rosa me fueron a buscar al merendero, donde llevaban a sus hijitos. Su mamá estaba muy enferma y querían que orara por ella.
Coordiné el día y fui. Cuando entré encontré en un camastro a una mujer cubierta con ropas que hacía tiempo habían dejado de ser de su talla. Me contó que era miembro de otra denominación pero que su enfermedad le había impedido congregarse desde hacía ya mucho tiempo, y agregó: “Mis hijas me dijeron que ustedes enseñan nuevas doctrinas y si hay algo nuevo para saber de la Palabra de Dios yo quiero aprenderlo. Casi no puedo ver y no sé leer, pero si usted me lee la Palabra yo sabré si es del Señor”.
Rosa padecía un cáncer terminal. Le habían practicado una amputación abdominoperianal, es decir, gran parte del intestino más el ano le habían sido amputados.
Nos encontramos por varias semanas hasta que ella quiso saber cuán grave era su enfermedad ya que la morfina inyectable y por vía oral era su compañera cotidiana. Cuando entendió que ya se había hecho todo lo humanamente posible, aceptó mi propuesta de ser ungida. El pastor Ramos me acompañó y cuando le preguntó qué diría ella si el Señor hacía un milagro de sanidad y cómo reaccionaría si el Señor la llamara al descanso, ella respondió: “Hágase la voluntad del Señor. Fui fiel en todo lo que aprendí de su Palabra. Enseñé a mis nueve hijos en la Palabra. Ahora ellos son responsables ante el Señor de mantenerse firmes”.
Tres semanas después sus hijas me llamaron porque agonizaba y el médico no llegaba. Cuando me presenté estaba con mucha excitación pero agonizando. Cuando percibió mi mano y oyó mi voz se tranquilizó. Oré con ella y fui poniendo su mano en las manos de cada uno de sus hijos para que se despidiera. Luego buscó la mía la llevó a su pecho y fue quedando dormida mientras yo le repetía un salmo.
Luego del sepelio, el Pastor Ramos y yo nos quedamos fuera del cementerio para orar y llorar el descanso de una guerrera de la fe sin instrucción, marginada y enferma. Murió con 44 años, que parecían 90. Confío que aquel soldado de la fe estará presente cuando el Señor vuelva por su pueblo porque su vida le será contada por justicia.
Rosario Perdomo de Larrosa, Uruguay
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
lunes, 21 de abril de 2014
Camporee de Liderazgo Morichal 2014
Buenos días a Todos mis amados amigos y hermanos en Cristo.
Disculpen mi ausencia pero me encontraba de viaje y por tal motivo no pude realizar mas entradas, pero déjenme decirles que me encontraba en un Campamento de Liderazgo Juvenil; alimentándome Espiritualmente para la Gloria de Dios, y he tenido la dicha de presenciar la Gloria de Dios en ese lugar, con la presencia de 5441 acampantes de todas partes de Venezuela, casi 200 Bautismos para la Gloria de Dios, y hermosas Alabanzas que elevaban mi Espíritu a la Presencia de Dios...
También pude disfrutar de las hermosas predicaciones del Pastor Manni Cruz de la Florida. La cual Dios le proveo de Sabiduría para Exhortar a los Jóvenes, adultos y niños que se encontraban en ese lugar durante estos 6 días de semana santa en Morichal.
Hermosa Experiencia llena de Gozo y alegría a mi corazón.
No decaigamos mis queridos amigos, si el enemigo toca nuestro corazón... digamosle un NOOOOOO Rotundo, porque Cristo mora allí !!!
"Dios desea tener un pueblo preparado y que sus hijos crezcan espiritualmente
para la Gloria y Honra de Dios"
Grande es tu misericordia
“Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de m í su misericordia”. Salmo 66:20.
Parecía que mis esperanzas se evaporaban.
Cuando terminé mis estudios secundarios me di cuenta de que continuar estudios superiores era muy costoso y mi familia no tenía posibilidades de asumir esa inversión. Con el paso de los días, mi sueño de estudiar en una universidad adventista se hizo más grande que las limitaciones que se presentaban en mi camino. Mis padres trabajaban con denuedo, decididos a darnos lo mejor a mis hermanos y a mí. Habíamos asistido a buenos colegios adventistas, pero ir a la universidad era palabra mayor.
Una tarde, cargada de sueños e ilusiones, caí de rodillas. Cuando me puse en pie, sin dudar más, hice mis valijas, decidida a depender de Dios, aunque aún no estaba segura hacia donde iría exactamente.
Al final del día, cuando mis padres llegaron, se encontraron con una maleta llena y una hija que estaba decidida a emprender un largo viaje.
¡Qué sorpresa! Días después, me encontré con una amiga que estudiaba en la Universidad Peruana Unión (UPeU), y me habló de la educación adventista y de la bendición que significa para la vida de una joven. Esa fue la respuesta a mi oración.
Mis padres, con expectativa y cierto temor, me apoyaron, convencidos de que la UPeU era el mejor lugar para una hija de Dios. Pidiendo la dirección del Señor, me acompañaron a hacer los trámites necesarios para salir del país. Cuando reuní todos los requisitos para ingresar en la universidad, viajé al Perú donde se encuentra la Universidad. Mi corazón latía fuertemente porque mi sueño empezaba a hacerse realidad.
Me inscribí en la carrera de Psicología. Cada año Dios proveyó los medios para estudiar. A veces parecía que no podría continuar, pero una y otras puertas se abrían y llegaba la salida para las dificultades económicas.
Esta aventura de fe no quedó allí. Cuando finalicé mi carrera, Dios me tenía preparado un compañero, con quien formé una familia feliz que sirve a Dios y a la Iglesia. Hace unos meses recibí el mejor regalo del Cielo: mi hijo Matías, una razón más para agradecer y alabar al Creador, porque infinitas son sus misericordias cada mañana.
Sandra V. Revelo Aulestia de Quinteros, Perú
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
jueves, 10 de abril de 2014
Parábola de la fiesta de bodas
22 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.