El diente de león, conocido también como amargón, es una planta vivaz, perenne, muy popular y reconocible.
Sus hojas profundamente angulares forman una roseta basal en la primavera y cabezas florales que nacen de pecíolos alargados. Todas las hojas y tallos huecos de las flores crecen directamente del rizoma.
Las flores, al terminar la floración, se transforman de amarillas en esas características esferas blancas formadas por un conjunto de pelos muy volátiles. Al cortar la raíz, de las hojas brota un líquido lechoso rico en caucho.
Propiedades curativas del diente de león
El diente de león tiene propiedades tonificantes, diuréticos, y colagogos. Eficaz aperitivo y purificador de la sangre. Tomado en ensalada o en cocimiento, es excelente para las personas que han perdido el apetito. Asimismo, y sobre todo en primavera, es aconsejable tomarlo en abundancia en las curas que se realizan en, esta época del año, con el fin de depurar el organismo.
La raíz de diente de león es buena para toda clase de problemas del hígado, incluyendo hepatitis, cirrosis, ictericia e intoxicación en general, así como para deshacerse de los cálculos biliares.
En la primavera, las hojas y las raíces del diente de león producen manitol, una sustancia usada en Europa para el tratamiento de la hipertensión y de los corazones débiles. Por ello, las infusiones con las hojas de diente de león son muy efectivas para combatir la presión arterial alta, pero es importante que sean recolectados en esta estación del año.
La aplicación de la savia lechosa de diente de león, de forma externa, ayuda a retirar verrugas y eliminar manchas de la piel principalmente las que aparece en la vejez.
Infusiones y remedios naturales con diente de león
Infusión con diente de león para la hipertensión Hervir 1 litro de agua, bajar el fuego y agregar 2 cucharadas de raíces frescas, lavadas y picadas. Dejar cocer a fuego lento por 1 minuto, con el recipiente tapado, luego retirar del fuego y agregar 2 cucharadas de hojas recién picadas. Dejar reposar por 40 minutos. Colar y tomar 2 tazas al día.
Infusión con diente de león para el hígado Hervir 1 litro de agua, bajar el fuego y agregar unas 20 cucharadas de hojas, tallos y raíces frescas de diente de león picadas. Dejar cocer a fuego lento por tanto tiempo como sea necesario hasta que el líquido se reduzca a sólo medio litro), luego colar. Tomar 3 cucharadas 6 veces al día.
Remedio depurativo con diente de león Hervir 60 g de hojas y raíces de diente de león en 1 litro de agua. Tomar un vaso antes de las comidas.
Remedio con diente de león para recuperar el apetito Hervir, durante diez minutos, una porción de raíces trituradas y de hojas desmenuzadas en un litro de agua. Dejar en maceración hasta que se enfríe. Tres tazas al día antes de las comidas.
Remedio con diente de león para la verrugas Extraer la savia lechosa del diente de león, empapar una bolita de algodón y frotar, con ella, una verruga. Repetir la acción varias veces al día durante un mes.
Remedio con diente de león para las manchas de la vejez Extraer la savia lechosa de diente de león, empapar una bolita de algodón y frotar sobre las manchas de la vez varias veces al día.
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