“Porque yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano; yo te he dicho: ‘No tengas miedo, yo te ayudo’”. Isaías 41:13, DHH.
En 2005 ingresé al Profesorado en Educación Inicial en la Universidad Adventista del Plata. P ara pagar los gastos de mi carrera, comida y alojamiento trabajé medio tiempo como cuartobecaria.
Cuando quise matricularme en el segundo cuatrimestre, no tenía el dinero para seguir estudiando, y tuve que trabajar como becaria hasta finalizar ese año.
En 2006, por la gracia de Dios, retomé mis estudios como externa, y trabajé en casas de familia para obtener el dinero. Cuando llegó el momento de rendir los exámenes finales debía saldar la deuda que tenía, antes de poder rendirlos. Me sentí tranquila pues contaba con el dinero de mi trabajo.
Un día lluvioso fui a trabajar, y al final de la jornada recibí mi “sueldo”. Me dirigí hacia la Universidad para hacer el pago correspondiente, y cuando llegué no pude encontrar mi dinero. Salí del lugar sin saber qué había pasado y cómo haría p ara pagar mi deuda. Fui hasta el Hogar de Señoritas y con lágrimas le conté a una amiga lo sucedido. Ella me dijo: “No te sientas mal. Dios te va a dar más de lo que perdiste”. En ese momento no pude comprender de qué manera sucedería eso. Cuando salí del hogar, me encontré con dos personas que me prestaron el dinero para pagar lo que necesitaba… y pude rendir los exámenes finales.
Terminó el año, llegaron las vacaciones, y no podía olvidar lo que me había dicho mi amiga; tampoco sabía cómo iba a hacer para estudiar el próximo año. Solamente oraba y esperaba en Dios.
Una mañana, recibí la llamada de mi amiga, que me preguntó cuánto necesitaba para estudiar el siguiente año. Le dije cuánto era el arancel, y ella me respondió: “Llamé para decirte que no te preocupes porque mi mamá te va a enviar todos los meses el dinero necesario para que puedas terminar tu carrera”. Me sobrevino una emoción muy grande y fue ahí cuando comprendí que “Dios me daría más de lo que perdí”, aun mediante una persona que yo no conocía.
Con la bendición del Señor terminé mi carrera, y desde entonces, cada día confío en su promesa: “Soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: ‘No temas, yo te ayudo’
Hola, Erika, llegué a su blog mientras veía mis últimos seguidores. Muchas gracias por seguir mi blog :D Le había dado una ojeada a su blog, y me emocionó mucho, incluso este devocional me ha encantado~ Dios es tan bueno y siempre ayuda de formas tan bellas. Espero poder disfrutar más de Dios a través de su blog *_* Que Dios le bendiga~ Besos *3*~
Gracias Gisela por comentar, en realidad es muy importante para mi saber que lo que hago con mucho amor y para la Gloria de Dios, no llega vacía a los corazones quienes lo reciben... Dios te Guarde a ti y a tu Familia <3
Hola, Erika, llegué a su blog mientras veía mis últimos seguidores. Muchas gracias por seguir mi blog :D
ResponderEliminarLe había dado una ojeada a su blog, y me emocionó mucho, incluso este devocional me ha encantado~ Dios es tan bueno y siempre ayuda de formas tan bellas.
Espero poder disfrutar más de Dios a través de su blog *_*
Que Dios le bendiga~
Besos *3*~
Gracias Gisela por comentar, en realidad es muy importante para mi saber que lo que hago con mucho amor y para la Gloria de Dios, no llega vacía a los corazones quienes lo reciben...
ResponderEliminarDios te Guarde a ti y a tu Familia <3