miércoles, 30 de julio de 2014
domingo, 27 de julio de 2014
El pueblo de Israel
Así que colocó uno de los becerros en Bet-el, y el otro en Dan. Y esto incitó al pueblo a pecar; muchos incluso iban hasta Dan para adorar al becerro que estaba allí. 1 Reyes 12:29, 30.
Todo (o casi todo) es un buen motivo para pecar. El pueblo de Israel se acaba de separar, políticamente, del reino de Judá. Con la bendición divina, eligió a Jeroboam como rey. Este nuevo monarca, movido por miedos infundados, construye dos lugares de culto en su territorio; pero en lugar de preparar dos tabernáculos o, por lo menos, dos espacios para la adoración al Señor que lo había constituido rey de las diez tribus, prefiere caminar directamente en dirección a los cultos paganos.
Es muy posible que si el rey construía un espacio de adoración a Dios, aquel no hubiera tenido la imponencia arquitectónica del Templo de Salomón, instalado en Jerusalén.
Lamentablemente, creo que la preocupación de Jeroboam sobre esas posibles comparaciones tiene fundamento porque nosotros, muchas veces, nos seguimos interesando, para elegir nuestro lugar de culto, más en estos aspectos visibles y superficiales, que en la profunda y verdadera razón que nos debería llevar hasta el lugar de culto.
Sé sincero contigo mismo. ¿Por qué vas a tu iglesia ? ¿Cuál es la verdadera razón por la que elegiste ese templo, y no otro? ¿Tradición? ¿Familia? ¿Amigos? ¿Tipo de ropa que puedes usar? ¿Maquillaje liberado? ¿Moda? ¿Show? ¿Alguna vez te pusiste a pensar si ese culto es el que Dios espera de ti?
El pueblo de Israel no tenía que ir a adorar a los ídolos que el rey había construido. Ellos quisieron desobedecer una orden directa de Dios, una orden que conocían de memoria; ellos –simplemente– quisieron ir a adorar a los becerros que el rey les ofreció.
Como ellos, nosotros también sabemos de memoria las órdenes del Cielo; pero el problema es que la memoria no es una fuerza poderosa: el gusto particular tiene más fuerza. Tú no pecas porque otra persona te obliga a hacerlo, te sugiere, te invita o te tienta: pecas porque decides hacerlo. Quien decide siempre eres tú.
365 vidas
Por: Milton Bentancor
Rizpa, una viuda invencible
“Como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros”. Efesios 5:2.
Rizpa era una de las concubinas del rey Saúl y tuvo dos hijos con él. Un día recibió la terrible noticia de que Saúl había muerto. Inmediatamente supo que ella y sus hijos quedaban expuestos a la incertidumbre, al destierro y a la muerte. Seguramente, el corazón de Rizpa latió fuertemente cuando supo que era viuda. Miró a sus hijos, dos varones, y supo que tendría una tranquilidad relativa durante dos años más, hasta que David fue proclamado rey sobre todo Israel. Cuando esto sucedió, Rizpa pensó que había llegado su fin y el de sus hijos, pero pudo gozar de la benevolencia de David y ser testigo de luchas y triunfos, pecados y rebeldías y el temor de muchas mujeres de perder la vida por las conspiraciones de los que deseaban el trono. Pero todo pasó.
Una mañana escuchó el decreto que ordenaba que sus hijos fueran entregados a la justicia. ¿Cuál era el delito esta vez? Simplemente ser descendientes de Saúl, llevar su apellido, su sangre y su herencia. Con el corazón quebrantado, Rizpa hizo lo único que una viuda haría: no separarse de sus hijos ni en la vida ni en la muerte. Cuando vio la horca en el monte, sintió que no había nada que perder. La muerte le había arrebatado todo, ¿qué más había que cuidar?
Los cuerpos de sus hijos colgaban inertes. No le importaban a nadie, pero eran parte de su vida. Rizpa colocó una tela de cilicio en el lugar de la ejecución y espantaba las aves de rapiña y las bestias salvajes que querían devorar los cuerpos de los ejecutados. ¿Durmió? ¿Comió? ¿Bebió? No lo sabemos. Solo se destaca la enorme lucha para que sus hijos tuviesen al menos un entierro digno. David supo del dolor de Rizpa y de cómo cuidaba los cuerpos de sus hijos; entonces, conmovido, los hizo enterrar en una tumba familiar con Saúl y Jonatán.
Rizpa descansó de todo. Seguramente el dolor la acompañó hasta el final de sus días, pero descansó sabiendo que lo había dado todo: sin medida, sin reclamo, sin rencores. No elevó solicitudes, ni salió con letreros, solo expresó su amor. Quizás una locura de amor, pero ¿qué otra cosa habría hecho una mujer viuda e invencible como ella? Hizo lo que sabía hacer: amar.
Rita Álvarez Kemp de Brieva, Chile
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
sábado, 19 de julio de 2014
A veces
A veces, solo a veces...
pensamos que nuestra vida esta arruinada,
que nuestras fuerzas se están acabando,
que cuando clamamos a Dios; El pareciera no escucharnos,
que miramos al cielo y preguntamos si realmente Dios existe,
que nadie te brinda la ayuda necesaria para seguir adelante,
que todo te sale mal aunque pareciera que vas bien,
que la vida te esta pasando facturas por algo que hiciste en el pasado,
que tu familia se esta derrumbando y no hayas como arreglarlo,
que nuestros hijos toman rumbos distintos a los que esperabamos,
que tus problemas son mas grandes que las soluciones..
Pero hoy tenemos una promesa de amor
en nuestras vidas que debemos reclamar
Que cuando necesites compañía
El mandara que sus ángeles te cuiden por dondequiera que vayan
Salmo 91: 11
Salmo 91: 11
Que cuando todo lo creas perdido
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré
con la diestra de mi justicia.
Isaias 41: 10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré
con la diestra de mi justicia.
Isaias 41: 10
Que cuando tengas problemas
Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.
Isaias 43
Proceso de restauración
“¡Mira tú, ciudad afligida, atormentada y sin consuelo! ¡Te afirmaré con turquesas y te cimentaré con zafiros!” Isaías 54:11, NVI.
Las cosas no siempre salen como uno espera. A veces parecería que todo el universo se complota contra nosotras. ¿Lo sentiste alguna vez? Tal vez para Hollywood esto suene muy mal, porque en el mundo de la fantasía siempre es posible un buen final. No obstante, en la vida real hasta las personas más exitosas se sintieron mal alguna vez. Nos resulta imposible imaginar que el mejor jugador de fútbol haya metido alguna vez un gol en contra, o que el mejor colportor no haya vendido ni un libro en una semana; pero pasa, créeme que pasa.
A pesar de todo, un hecho aislado no determina quién eres. Un tropiezo no significa que seas una mujer fracasada. Es nuestra línea de conducta la que nos define; es la flor y no el pétalo, es el cielo en su totalidad y no esa nubecita. Aunque te sientas abatida no te derrumbes, no te quiebres. Tómate un tiempo, replantea las cosas, evalúa tus porqués, reorganízate. No te exijas más de lo que puedes lograr. Ten paciencia contigo misma. ¿De qué manera puedes ser comprensiva y cariñosa con los demás si no empiezas contigo? Es muy importante que te respetes y que te ames. Eres muy especial para el Dueño del universo. Eres la niña de sus ojos. No permitas que nada ni nadie te haga pensar lo contrario.
Confíale al Señor todo lo que te aflige, hazlo dueño y guía de tus sueños, planes y proyectos. Si no puedes ir tan rápido, no te preocupes, él va a tu lado y respetará tus tiempos. Si tus pies vacilan y temes caerte, él está a tu lado para le- vantarte, sonreírte, abrazarte y decirte: “No temas, ni desmayes” (1 Crón. 22:13).
La noche no dura para siempre. Tal vez pienses que la oscuridad siempre cubrirá tu cielo. ¡Vamos, corre las cortinas! No tengas miedo y abre las ventanas lentamente. Si te parece que está oscuro, sigue mirando… Verás que hay estrellas, y si fijas tu vista en el horizonte, verás que los primeros rayos del amanecer comienzan a disipar la oscuridad. ¿Ves? La noche no es eterna. Dios está dispuesto a restaurarte, promete afirmarte con turquesas y cimentarte con zafiros, simplemente porque te ama.
Gladys Raquel Valega, Argentina
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
miércoles, 16 de julio de 2014
Piedras preciosas
“Habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró”.
Mateo 13:46.
Paradójicamente, en la vida de un cristiano puede suceder lo mismo. Usamos nuestra Biblia solo los sábados. Sentimos que leerla cada día nos quita tiempo y dejamos de lado ese maravilloso regalo para recurrir a lecturas más livianas o profesionales, que no tienen valor espiritual. Aunque tenemos a nuestro alcance ese maravilloso regalo no lo abrimos, no valoramos la perla de gran precio con la que el Señor quiere enriquecer nuestra vida.
Querida amiga, esa perla comprende preciosos mensajes, historias de vida, palabras de perdón, de aliento, de eternidad, amistad inigualable, promesas y amor incondicional. Hoy te invito a que meditemos en la Palabra de Dios y adornemos nuestra vida con esa preciosa gema.
Poder en la oración
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar”. Lucas 18:1.
Me quedé huérfana de madre a los diez años. Ocho años después mi hermano, médico, a quien queríamos mucho, murió víctima de un infarto. Estas pérdidas fueron razón suficiente para que mi padre desconfiara de la existencia de Dios.
Aunque yo no sabía todavía qué era la oración, recuerdo haber conversado muchas veces con mi Jesús por los momentos de soledad y pena que afrontaba en mi niñez. Cuando llegué a la adolescencia acepté a Cristo como mi Salvador personal. No fue fácil, porque mi padre renegaba de Dios. Muchas veces él iba a la iglesia solo para molestar a los hermanos, pero esto no me desanimó. A pesar de todo era mi padre, lo amaba y deseaba su salvación. Oraba fervientemente por él y por otros seres queridos que no habían aceptado a Jesús. Al llegar a mi juventud, decidí estudiar Enfermería en la Universidad Peruana Unión, sin dinero y sin nadie que me apoyara. Mi Dios nunca me desamparó. Siempre estuvo a mi lado mediante gente solidaria que me brindó su ayuda. Felizmente, terminé mis estudios, me casé y hoy soy esposa de un pastor.
Oré durante 26 años por el ser que más amaba. Un día, mi padre tuvo que afrontar un preinfarto y otras complicaciones de salud, y se rindió a Cristo. Solo así pudo reconocer que Dios lo amaba y aceptó la salvación que él le ofrecía. Tenía noventa años cuando mi esposo tuvo el privilegio de bautizarlo y vimos su vida transformada por el poder de Dios. Siempre le brindé la mejor atención y todo el afecto que tenía como hija. En noviembre de 2011, Dios lo llamó al descanso. Tengo la plena seguridad de que mis oraciones no fueron en vano; él descansa hasta que Jesús venga por segunda vez y lo llame nuevamente a la vida. Estoy segura de que compartiré con él la Tierra Nueva.
Querida amiga, si estás orando por un ser amado no te desalientes. Confía en Dios y ora sin cesar. Él escucha siempre nuestras oraciones y obra maravillas en nuestra vida. Aún tengo hermanos, sobrinos y primos que no han entregado su vida a Cristo. Sigo orando por ellos. Quiero abrazar y besar a mi padre aquel día, pero sobre todo, quiero abrazar a Jesús, mi Salvador y Redentor.
Lorenza I. Concepción Galarreta, Perú
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
lunes, 14 de julio de 2014
Hagamos el Bien !
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”. Gálatas 6:10.
Querida amiga, busquemos cada día la oportunidad de compartir el mensaje de salvación. No tengamos vergüenza de decir quiénes somos y a qué familia pertenecemos. Predicar el evangelio es el mayor bien que podemos compartir.
Perdonar nos hace libres
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. Efesios 4:32.
Perdonar significa que si alguien nos ha hecho mal, en lugar de aplicar justicia o exigir que “pague” su ofensa, lo dejamos libre de culpa y cargo y lo tratamos como si nunca nos hubiera ofendido o injuriado. Perdonar no es fácil. Nunca lo fue. Nuestro orgullo nos impide perdonar, pero el perdón es el camino más corto para librarnos de la pesada carga que nos genera la ofensa. Guardar rencor hacia quien nos ofendió se convierte en una carga difícil de soportar. Conforme pasa el tiempo, se torna más pesada. Nos roba la paz y hace que nuestras acciones y pensamientos estén volcados hacia el ofensor. El resentimiento toma forma. Se convierte en una sombra que nos sigue a todas partes.
El apóstol Pablo nos enseña cómo tratar con nuestros ofensores. Durante su ministerio había personas que siempre lo ofendían y cuestionaban su obra, pese a sus desvelos por ayudar al prójimo y predicar la Palabra de Dios. A veces le hacían la vida imposible. Lo difamaban. Desconocían su autoridad. ¿Qué hizo Pablo? Perdonar, olvidar la ofensa y actuar como Cristo lo hizo con sus ofensores.
Solo Dios puede curar las heridas sufridas por las ofensas de nuestro prójimo. ¿Qué hacer para vernos libres de las cicatrices?
Primeramente, confesar a Dios los sentimientos negativos que nos invaden, pedir su perdón y ayuda para perdonar la ofensa del hermano.
Luego, estudiar la Biblia diariamente y reflexionar acerca del perdón, teniendo en cuenta el ejemplo de Jesús y de los hombres y mujeres que perdonaron, o las consecuencias que sufrieron quienes no lo hicieron.
En tercer lugar, evitar recordar la ofensa, por lo menos hasta haber sanado, ya que esto dificulta la sanación. Orar diariamente por la conversión y salvación del ofensor. Devolver bien por mal nos hace más semejantes a Cristo. Finalmente, perdonar, o sea dejar la ofensa en manos del Señor y sentirnos como si nunca nos hubieran ofendido.
Querida amiga, solo así se cerrará la herida. No permitas que Satanás controle tus emociones y el rencor te haga negativa, amargada e infeliz.
Tania G. Linares de López, Perú
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
viernes, 11 de julio de 2014
Vencer todo obstáculo
“Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” Hebreos 12:1, 2.
Parte de mi adolescencia la pasé entre pistas de carreras, estadios, campeonatos y competencias. Comencé en olimpíadas interescolares y terminé en eventos internacionales. Con el tiempo, tuve que elegir entre ser una deportista de fama o una desconocida misionera del Señor. Había conocido tan de cerca a Jesús que me enamoré de él y no quise dejarlo. Opté por abandonar el deporte y, años más tarde me convertí en la esposa de un misionero cristiano. Así, juntos, comenzamos otra carrera: la de servir a nuestro Dios.
Levantarme de madrugada, ponerme un buzo y salir a entrenar era una de las cosas que más me gustaba hacer. Sentir el fresco de la mañana, la brisa del mar que llegaba hasta mi casa, muy cerca de la playa y disfrutar de la naturaleza era realmente amanecer feliz para disfrutar el día. Ser deportista era otra cosa: trabajo arduo y exigencias, renuncias y sacrificios, retos e incomprensiones, presiones, gritos y traiciones. Como adolescente, iba a la playa, corría en la arena, subía montañas y dunas, caminaba entre el pedregullo, el pasto y disfrutaba del agua. Como deportista vivía más en el estadio que en cualquier otro lugar. Uno de mis entrenadores, de origen alemán, fue muy exigente. Me hizo triunfar, gané muchos premios, trofeos y medallas, pero llegar hasta allí tuvo un alto precio.
Querida amiga, la vida sobre esta tierra es como una carrera, la carrera de nuestra propia vida, que nos lleva a ganar o perder la vida eterna y la patria celestial. Esta pista de carrera nos exige saltar obstáculos para no dejarnos vencer por los impedimentos que nos obligan a frenar, llorar y hasta sufrir. Entrenar debe ser una constante para enfrentar las desgracias, tragedias y crisis. Formar buenos hábitos debe ser una prioridad. No obstante, jamás podremos lograr esto solas. Nuestro entrenador quiere mostrarnos el camino y darnos las indicaciones para lograr la victoria. La meta es la Tierra Nueva y el mayor trofeo será la corona llena de estrellas que Cristo colocará sobre nuestra sien cuando regrese.
María del Pilar Calle de Hengen, Uruguay
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
Bebida para limpiar los riñones.
Yo casualmente esta semana estoy un con dolor de riñón e infección de orina, y al terminar con los antibióticos que me han mandado, lo estoy haciendo haber si funciona y elimino lo que hay acumulado por mis riñones y también para aprovechar el resto de propiedades que tiene.
No dice cuanta cantidad de perejil hay que poner, yo he echado 12 grs.
Ni tampoco dice cuanto tiempo hay que hacerlo, yo voy a probar unos 3 ó 4 días haber que tal.
La verdad no está malo, se puede beber fresquito.
Esto es solo para limpiarlos, hay que ir al especialista para que nos trate.
Es muy sencillo, primero tome un puñado de perejil y lávelo muy bien, después córtelo en pedazos pequeños y póngalo en una olla y agregue agua limpia ( 1 litro ) hiérvalo por diez minutos, déjelo enfriar, cuélelo en una botella limpia y póngalo en el refrigerador.
Tome un vaso diariamente y verá que toda la sal y el veneno acumulado comienza a salir de su riñón al orinar.
El Perejil es conocido como el mejor tratamiento para limpiar los riñones y es natural!
El Perejil Medicina Tradicional para los Riñones
? Es un potente antioxidante: rejuvenece la piel
? Contiene betacaroteno
? Rico en minerales como calcio, fósforo, hierro y azufre.
? Rico en clorofila: combate el mal aliento, ayuda a depurar el cuerpo de toxinas y grasa excesiva.
? Rico en vitamina C: previene el cáncer, los problemas cardíacos
y las cataratas e infecciones, y ayuda a fortalecer el sistema inmune del cuerpo.
? Por ser rico en calcio, es muy adecuado en dietas para combatir y prevenir la osteoporosis y durante la menopausia.
Es muy benéfico para los niños y deportistas.
? Es diurético: ayuda a eliminar líquidos en forma natural. Por esta cualidad, se utiliza en dietas para tratar hipertensión y para la salud de los riñones.
? Su alto contenido en vitaminas y minerales lo hace ideal para combatir y prevenir anemia, anorexia, debilidad general, fatiga, cansancio físico y mental.
? Ideal para fortalecer el cabello y las uñas.
? Muy bueno para combatir problemas de la piel.
? Útil contra las úlceras
? Del perejil se extrae un líquido aceitoso llamado Apiol, el cual se usa contra las fiebres intermitentes y las neuralgias.
Ingredientes:
12 grs. Perejil.
1 L. Agua.
Elaboración:
Lavamos bien el perejil.
12 grs. Perejil.
1 L. Agua.
Elaboración:
Lavamos bien el perejil.
Lo cortamos en trozos y lo ponemos en la cubeta de la olla.
lo hechamos al agua, luego Tapamos y programamos la olla:
Modelo D: Menú cocina 5 minutos, válvula cerrada.Modelo E: Menú guiso, 110º, 5 minutos, válvula cerrada.
Cuando acabe el tiempo dejamos que se enfríe dentro de la olla.
Lo colamos y lo ponemos en una botella, lo metemos al frigorífico.
Nos vamos tomando un vaso todos los días.
Vamos haber si limpiamos lo que tengamos acumulado en los riñones.
La verdad es que con el calor que hace te lo tomas fresquito y no está muy malo, siendo lo que es claro!!
martes, 8 de julio de 2014
Obra completa
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”. Eclesiastés 3:11.
ninguna obra asignada por Dios a la mujer supera en nobleza a la que nos confió como madres. Nuestra tarea consiste, con la ayuda de Dios, en desarrollar la imagen divina en el alma humana. Es una obra mayúscula. Si sabemos apreciarla, consideraremos de valor inapreciable nuestras oportunidades. La primera tarea es reconocer nuestras debilidades y apoyarnos en la Providencia para transformar nuestras vidas. También necesitamos perfeccionarnos y adquirir virtudes y fuerzas indispensables para el cumplimiento de nuestra labor. Dios puso eternidad en nuestro corazón. Ahora no podemos entender muchas cosas, pero el Señor nos aconseja que no apartemos sus palabras de nuestro corazón ni un solo día de nuestra vida.
Debemos enseñarlas a nuestros hijos y a nuestros nietos. Su promesa es que él completará la obra y será hermosa y perfecta. No tengamos dudas. Que esta promesa nos mantenga unidas al Todopoderoso y le entreguemos cada día nuestra vida y la de nuestros amados.
No son fotocopias
“Hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo; y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis de lejos al que lo labró”. Isaías 22:11.
Los padres nos equivocamos al pretender que todos nuestros hijos sean iguales o actúen de la misma manera, sin darnos cuenta de que cada uno de ellos es único e irrepetible. Cometemos el error de no valorar sus esfuerzos, creando un vínculo más fuerte con uno de ellos y pretendiendo que los demás sean como él. Como padres y primeros maestros de nuestros hijos debemos saber que el respeto es una virtud que les permitirá crecer armónicamente. Cada hijo tiene el derecho de ser tratado, querido y valorado por lo que es.Las primeras lecciones de respeto comienzan a nuestro lado, en la manera como los tratamos y como les mostramos nuestra confianza por sus dones y talentos particulares. ¡Cuántas veces nuestros hijos se resienten porque ignoramos sus esfuerzos, y así les demostramos que no los respetamos ni consideramos!Si los hijos crecen en un ambiente de respeto sabrán respetar afectuosamente a los demás. Si observan en sus padres un comportamiento de respeto difícilmente crecerán irrespetuosos y desconsiderados. Las lecciones vienen de los pequeños detalles: escucharlos, evitar críticas, cuidar el tono de voz y los gestos de desprecio y fastidio.En nuestra sociedad se ha perdido el respeto al otro porque primeramente se perdió el respeto entre esposos, padres e hijos ¿Qué palabras usamos? ¿Qué actitudes tenemos? ¿Cómo nos relacionamos? ¿Usamos palabras injuriosas, actitudes despectivas y discriminatorias?Empecemos hoy marcando la diferencia. “Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar” (1 Ped. 2:18). Cuando leí este versículo pensé que a veces se aplica también a la familia.Elena G. de White asegura: “Los que están unidos por vínculos sanguíneos se exigen mucho mutuamente. Los miembros de la familia debieran manifestar bondad y el amor más tierno.” (Conducción del niño, cap. 74, p. 475). Como padres debemos hacer nuestra parte y Dios hará la suya porque ama a nuestros hijos y desea lo mejor para nuestro hogar.María del Pilar Calle de Hengen, Uruguay
Los padres nos equivocamos al pretender que todos nuestros hijos sean iguales o actúen de la misma manera, sin darnos cuenta de que cada uno de ellos es único e irrepetible. Cometemos el error de no valorar sus esfuerzos, creando un vínculo más fuerte con uno de ellos y pretendiendo que los demás sean como él. Como padres y primeros maestros de nuestros hijos debemos saber que el respeto es una virtud que les permitirá crecer armónicamente. Cada hijo tiene el derecho de ser tratado, querido y valorado por lo que es.Las primeras lecciones de respeto comienzan a nuestro lado, en la manera como los tratamos y como les mostramos nuestra confianza por sus dones y talentos particulares. ¡Cuántas veces nuestros hijos se resienten porque ignoramos sus esfuerzos, y así les demostramos que no los respetamos ni consideramos!Si los hijos crecen en un ambiente de respeto sabrán respetar afectuosamente a los demás. Si observan en sus padres un comportamiento de respeto difícilmente crecerán irrespetuosos y desconsiderados. Las lecciones vienen de los pequeños detalles: escucharlos, evitar críticas, cuidar el tono de voz y los gestos de desprecio y fastidio.En nuestra sociedad se ha perdido el respeto al otro porque primeramente se perdió el respeto entre esposos, padres e hijos ¿Qué palabras usamos? ¿Qué actitudes tenemos? ¿Cómo nos relacionamos? ¿Usamos palabras injuriosas, actitudes despectivas y discriminatorias?Empecemos hoy marcando la diferencia. “Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar” (1 Ped. 2:18). Cuando leí este versículo pensé que a veces se aplica también a la familia.Elena G. de White asegura: “Los que están unidos por vínculos sanguíneos se exigen mucho mutuamente. Los miembros de la familia debieran manifestar bondad y el amor más tierno.” (Conducción del niño, cap. 74, p. 475). Como padres debemos hacer nuestra parte y Dios hará la suya porque ama a nuestros hijos y desea lo mejor para nuestro hogar.María del Pilar Calle de Hengen, Uruguay
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
viernes, 4 de julio de 2014
La paciencia de Dios!
Todo es posible si puedes creer. Marcos 9:23
El desaliento es la anestesia que el diablo usa antes de quitarnos nuestro corazón. Para el cristiano perplejo, ¡el no ser semejante a Cristo parece ser una razon muy legitima para estar desalentado! Sin embargo, Pedro nos dice que cuando el Señor nos mira, El no esta desanimado. Conociendo mejor que nosotros el largo camino que debemos transitar, aun nos observa con paciencia: El sabe que crecemos mejor con estimulos antes que con presiones.
Jeremías 29:11
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Dios recuerda tan bien como nosotros cuan perplejos y perturbados quedábamos cuando nuestros padres nos disciplinaban expresando su paciencia hacia nosotros. Pero El rehúsa hacerlo. Si hemos de ser impacientes con nosotros mismos, ¡tendremos que discutir con Dios! Tendremos que insistir en que nuestra opinión de nosotros mismos es mas exacta que la de Dios.
¡Afortunadamente, la opinión de nuestro Padre es la que cuenta!.
miércoles, 2 de julio de 2014
Él alumbrará tu oscuridad
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”. Salmo 34:4.
Era un viernes de noche y nos disponíamos a salir hacia la iglesia. Mi hija menor pidió que la esperáramos un momento, pero mi hijo Ludin, con su Biblia en la mano, me dijo:
—Mami, yo debo participar en la Sociedad de Jóvenes, me adelanto, ¿sí?
-Ve con cuidado hijito, nosotras vamos enseguida -fue mi respuesta.
Pasaron escasos minutos y escuchamos un ruido ensordecedor. Todo quedó a oscuras. La luz dio paso a las tinieblas. ¡Qué angustia! Mi pequeño afuera de casa… ¿llegaría a la iglesia? ¿Qué hacemos, Señor?
-Oremos -dijeron mis hijas Lilian e Iris.
Luego de la oración salí en busca de mi hijo. Inicié mi recorrido con temor al escuchar un tiroteo en la Plaza de Armas, por donde debía pasar.
Llegué al centro de la plaza y fui rodeada por un batallón de soldados. Uno de ellos me ordenó:
-Apague su linterna y tírese al piso.
Cumplí la orden y supliqué:
-Por favor, no me hagan daño, voy a la iglesia a buscar a mi hijo. Déjeme ir, por favor.
-Lo sentimos, el muchacho ya está en el calabozo.
-No, señor, me espera en la iglesia, déjeme pasar.
-Está bien, vaya a su casa, no prenda su luz, y camine pegada a la pared.
Proseguí mi camino, y al llegar a la plaza oí la voz de otro policía:
-¡Deténgase!
Me detuve; era un amigo de la familia, quien bondadosamente me acompañó. Llegamos a la iglesia, pero mi hijo ya no estaba; nos indicaron que fuéramos a la casa de los hermanos Cuevas, tampoco estaba allí, había salido en compañía de otros hermanos.
Volví a casa en medio de la oscuridad y ¡qué alegría fue encontrarme con mi niño sano y salvo! Dimos gracias a Dios porque una vez más nos había cuidado, mientras meditábamos en sus palabras: “Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino [...]. Porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso” (Prov. 3:24-26).
Querida amiga, quizá no tengas temor de los apagones terroristas, ni debas enfrentarte a policías violentos; pero te acechan problemas económicos, vacíos emocionales, enfermedad, soledad o miedos. No desesperes, clama al Creador con fe, confía y él cambiará tu oscuridad por la más brillante luz.
Hilda Aliaga Velásquez, Bolivia
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
Cómo detectar un trastorno de aprendizaje
Es importante saber cómo detectar un trastorno de aprendizaje; si bien hay muchos padres o educadores que se alarman por ciertos retrasos, éstos no siempre son indicadores certeros de que el niño tenga una disfunción, debido a que cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo y aprendizaje.
Un niño puede demorar más tiempo que otros en aprender a leer de forma correcta, a escribir, a multiplicar, pero por lo general hay parámetros que nos ayudan a identificar cuándo el proceso se ha retrasado demasiado y entonces puede ser considerado un trastorno de aprendizaje.
Señales de trastorno de aprendizaje
- Problemas para leer y/o escribir
- Dificultades con las habilidades matemáticas
- No puede retener o memorizar
- Déficit de atención
- No es capaz de seguir instrucciones
- No coordina bien
- Problemas para relacionar los tiempos
- No es capaz de organizarse
Según el niño, puede presentar una discapacidad en concreto o más de una, pero esto tiene que ser determinado por un profesional; el cual a través de diferentes pruebas y chequeos podrá establecer de qué tipo de trastorno de aprendizaje se trata.
Hay otros indicadores de que un niño padezca problemas de aprendizaje, aunque no son definitivos es importante tenerlos en cuenta a la hora de comentarlo con el especialista, por ejemplo:
- Actitud arrogante
- Comportamiento inadecuado al responder
- Se dispersa fácilmente
- Dificultad para expresarse
- Bajo rendimiento escolar
- Inmadurez en el habla y la expresión
- Problemas para escuchar
- Problemas para adaptarse a nuevas situaciones
- Dificultad para captar conceptos
Algunos posibles problemas de aprendizaje
- Dislexia
- Disgrafía
- Discalculia
- Dispraxia
Con frecuencia estos problemas son detectados una vez comenzada la escolarización, por lo que es necesario reunirse con la maestra y en algunos casos con los directivos del colegio.
El diagnóstico del trastorno de aprendizaje se realiza por medio del estudio psico-educativo. Dependiendo el caso, también se realizan:
- Test de inteligencia.
- Batería de pruebas de rendimiento (lectura, escritura y matemáticas).
- Estudio de habilidades de procesamiento (entrada, integración, y salida de información).
Los exámenes realizados arrojaran lo que se denomina fórmula de discrepancia, que sirve para establecer el grado de dificultad del niño; esto se define en función de la diferencia entre el potencial del estudiante y su rendimiento.
Es fundamental que se trabaje en conjunto entre los padres y docentes del niño para que puedan detectar en qué aspectos éste sufre un problema de aprendizaje en relación a sus compañeros o amigos de igual edad e ir apuntando todo aquello que pueda resultar de importancia a la hora de reunirse con el profesional.
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