¡Señor mio y Dios mio! exclamo tomas.
Juan 20:28
A nos gusta la idea de que Jesús sea nuestro Salvador y Redentor; ¡Alabado sea Dios por ello! Pero, de igual manera que anhela ser tu Salvador y te ofrece su perdón, espera que le hagas el Señor de tu vida, sometiendo a el tu ser entero.
Jesús, que conoce nuestros corazones, espera que le reconozcamos como Señor no solo de palabra, sino también de hecho. El mismo dijo; " No todo el que me dice: Señor, Señor, entrara en el reino de los cielos" sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en el Cielo" ( Mateo 7: 21). Cuando hacemos la voluntad de Dios en todo momento, permitimos que Jesús sea realmente el Señor de nuestra Vida.
Si Hoy hay algo que te impide que Jesús sea el Señor de tu Vida, tráelo ante el; Rey de reyes y Señor de señores. Somete todo a el: tu voluntad, tu vida, tus intereses, tu vida entera; y guarda pacientemente hasta el día en que de sus propios labios escuches; " ¡ Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho mas. ¡ Ven a compartir la felicidad de tu Señor!" (Mateo 25: 21)
Querido Jesús, ayúdame hoy a hacerte el Señor de mi Vida...
Bendiciones
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