La misión de los grupos pequeños

“Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, pública mente y por las casas”. 

Hechos 20:20.

En 1987 mi esposo creó los grupos familiares en el distrito de San Fernando, Rioja, República del Perú. Hubo un gran despertar entre los hermanos.

Todos los sábados llegaban al templo muy temprano con sus invitados. La iglesia se había dividido en zonas geográficas, para atender mejor a los conversos, y la hermandad trabajaba entusiasmada en los grupos pequeños.

En Iquitos, junto con mis hijas Elena, Marina y Lidia atendimos como familia un grupo pequeño que luego se transformó en la Iglesia Misti. Una vez por semana íbamos a los grupos, llevando no solo la Palabra de Dios y cantos para compartir, sino también alimentos y así pasar un reconfortante momento de camaradería cristiana.

Cuando nos mudamos a Yurimaguas, organizamos los grupos de los menores.

Trabajamos arduamente con mis dos hijas menores, pues la mayor ya estaba en la Universidad Peruana Unión. A nuestra casa pastoral llegaban vecinos, hermanos de iglesia y necesitados, pues éramos bien considerados en nuestra comunidad. Cuando partimos muchos lloraron, pero debíamos continuar la misión encomendada por el Señor en otro lugar.

Los grupos animaban a los hermanos, quienes traían nuevos vecinos y se desarrollaban buenas relaciones de amistad entre ellos. Siempre compartíamos la Palabra, cantos, plegarias, diálogos, alimentos y disfrutábamos de momentos de amistad.

En Piura, distrito de Castilla, quise trasladarme más cerca del templo, pues no había presencia adventista donde vivíamos. Yo pasaba mucho tiempo visitando iglesias de parte de los Ministerios de la Mujer y del Menor.

Durante dos meses buscamos otra vivienda, pero no la encontramos. Nos convencimos de que debíamos crear un grupo pequeño en el vecindario y luego formar una iglesia. Así comenzó el grupo pequeño en nuestra casa de Miraflores. Posteriormente se organizó la congregación de Miraflores con el apoyo de algunas familias.

Los grupos pequeños le dan un sabor especial al ministerio pastoral y al trabajo misionero de la iglesia. No dejes de involucrarte, Dios te bendecirá ricamente.

Carmen Villanueva de Huamán, Perú

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014

DE MUJER A MUJER