“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10.
En la vida siempre tendremos temores, especialmente cuando tomamos decisiones importantes que definen nuestro futuro. ¿Cómo será la persona idónea para mí? ¿Podré estudiar en una universidad adventista sin tener los recursos económicos? ¿Me irá bien en este negocio? ¿Cómo debo educar a mis hijos?
Cuando tenía quince años decidí bautizarme, aunque mis padres no eran adventistas. Para ese tiempo postulaba a las universidades nacionales de la República del Perú, pero no conseguía ingresar. Le preguntaba a Dios: “¿Por qué, Señor, no puedo ingresar? Por favor, ayúdame a ser una profesional para poder servir a otros y ser una luz para mi familia”.
Mis padres me prohibían ir a la iglesia. A veces se burlaban, me castigaban, me golpeaban y me encerraban con llave para que no saliera. ¿Qué hacer con solo quince años? Entonces me aferré más a Dios. Encontré este versículo de Isaías 41:10 y dije: “Señor, aquí estoy, desvalida y sola. Por favor, ¡ayúdame y enséñame a confiar cada día más en ti!”
El versículo de Isaías dice: “Yo soy tu Dios que te esfuerzo”, y eso fue lo que Dios hizo conmigo. Me levantaba a las 3:00 para hablar con el Señor. Luego, sin hacer ruido, empezaba con los quehaceres de la casa, y cuando pedía permiso para ir a la iglesia no me lo negaban, porque todo estaba listo. Con el tiempo fui a la Universidad Adventista Peruana Unión y comencé trabajando.
Mi familia no me ayudó en ese momento; solo Dios estuvo conmigo.
Dios puso en mi camino personas que me apoyaron comprando los productos de la panadería que yo vendía o un libro de colportaje. También encontré personas que me ayudaron económicamente sin tener responsabilidad directa conmigo. Con el tiempo, mi mamá aceptó la verdad y su apoyo fue incondicional. Siempre sentí la mano ayudadora de Dios hasta que terminé mis estudios superiores. Ahora soy Licenciada en Educación Secundaria y esposa de pastor. ¡Qué bendición!
Confía en el Señor, levántate, esfuérzate y no temas porque el Señor está contigo y él hará.
Yessica R. Ureta Vallejos de Rodríguez, Perú
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014
DE MUJER A MUJER
Recopilado por: Pilar Calle de Henger
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✿ Espero que te haya gustado esta entrada y te haya sido de gran Bendición para tu vida. ✿ Dios te Bendiga Hoy y Siempre ✿
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