Ver es Creer

Cuando usted ama mucho a alguien, estar separados es una agonía. Luego viene ese maravillosos día cuando se encuentran otra vez. Usted tan solo tiene que observar a las parejas en el aeropuerto para saber lo que es una ocasión feliz.

Nuestro amor por Dios nos hace anticipar el día cuando podamos estar con El para siempre. Hay un solo detalle que podría arruinar nuestra expectativa: tenemos que ser puros de corazón. Y, de acuerdo con el ultimo recuento, ¡esto significa estar sin pecado! ¡Sin pecado! ¡Hace esto que su corazón se detenga? ¿Quien de nosotros podría siquiera pretender estar cerca de un ideal así? Todavía como una barra de chocolate, ocasionalmente.

"Engañoso es el corazón mas que todas las cosas, y perverso; ¿quien lo conocerá? Yo Jehova, que escudriño la mente, que pruebo el corazón" (Jeremías 17: 9 , 10)

Nuestros corazones están enfermos, y Dios tiene solución:  "Debes entender que Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para dictar sentencia contra el, sino para salvarlo... por medio de El. Todo hombre que cree en El no es juzgado.

Es el que no cree el que esta condenado, porque no cree en el carácter del Hijo unigénito de Dios"

( Juan 3: 17)

Los malentendidos que tenemos acerca de Dios nublan nuestras mentes. En verdad, estamos actuando de manera coherente cuando encaramos la vida en forma poco saludables. La eliminación de estos falsos conceptos acerca de Dios nos permitirá ver a Dios, lleno de bondad y verdad. Y actuaremos de acuerdo con esto, porque nuestros esquemas de pensamientos han sanados. Esto es lo que significa ser puro de corazón.

De paso, ¡es Dios quien esta esperando en el "aeropuerto" para vernos volver a casa!

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios"

(Mateo 5: 8)