Fueron Varios días de desesperación y Clamor a Jehova, para que pusiera su Mano Sanadora sobre mi Pequeño Ezequiel, después de 4 días sin perder la fe y sin dudar ni un segundo de mi Señor Jesús, Los médicos lograron dar un diagnostico del dolor y decaimiento de la salud de mi hijo, después de varios medicamentos por fin un tratamiento que diera buenos resultados para la pronta recuperación de mi hijo, aun faltan varios exámenes por realizar y nuevos tratamientos que darles, para que mi hijo goce de buena y absoluta salud, Gracias al Señor Jesús, ya mi hijo come, juega, corre... y bueno... se encuentra bien en lo que cabe decir...
Dios me enseña cada día su Gran Amor, y en cada circunstancia que nos ocurra, hay una Gran enseñanza; pero es allí en donde se inicia una gran batalla de Fe y confianza en El Señor. pero el nos ha dicho en su palabra, que nunca nos desampara ni nos dejara solos.
Yo me aferro a ella y Clamo al Señor Confiada, de que lo que yo le pido, El con Amor me responderá.
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