SE NECESITAN HOY HOMBRES COMO NEHEMÍAS EN LA IGLESIA.
No sólo hombres que puedan orar y predicar, sino hombres cuyas oraciones y cuyos sermones estén sostenidos con propósitos firmes y decididos. La conducta seguida por este patriota hebreo para la realización de sus planes debiera ser adoptada por ministros y dirigentes. Cuando han trazado sus planes debieran presentarlos a la iglesia en tal forma que ganen su interés y cooperación. Que la gente entienda los planes y participe en la obra, y entonces tendrá un interés personal en su prosperidad. El éxito alcanzado por los esfuerzos de Nehemías muestra lo que lograrán la oración, la fe y la acción sabia y decidida. Una fe viviente promoverá una acción decidida. El espíritu manifestado por el dirigente se reflejará en el pueblo. Si los dirigentes que profesan creer las verdades solemnes e importantes que han de ser una prueba para el mundo en este tiempo no manifiestan un celo ardiente a fin de preparar a un pueblo que esté en pie en el día de Dios, debemos esperar que la iglesia sea descuidada, indolente y amante de los placeres (SW 29-3-1904).
NECESITAMOS HOMBRES COMO NEHEMÍAS EN ESTA EPOCA DEL MUNDO, PARA QUE DESPIERTEN A LA GENTE Y LE HAGA VER CUÁN LEJOS ESTÁ DIOS DEBIDO A LA TRANSGRESION DE LA LEY. Nehemías era un reformador, un gran hombre suscitado para un momento importante. Cuando se enfrentó al mal y a toda suerte de oposición, se despertó un nuevo valor y celo. Su energía y determinación inspiraron a los habitantes de Jerusalén; y la fortaleza y el valor tomaron el lugar de la debilidad y el desánimo. Fueron contagiosos su propósito santo, su gran esperanza, su alegre consagración al trabajo. La gente captó el entusiasmo de su caudillo, y en su esfera cada hombre se con-
virtió en un Nehemías, y ayudó a fortalecer la mano y el corazón de su vecino. Aquí hay una lección para los ministros de los días de hoy. Si son indiferentes, inactivos, desprovistos de un celo piadoso, ¿qué se puede esperar del pueblo al cual ministran? (SW 28-6-1904).
NECESITAMOS HOMBRES COMO NEHEMÍAS EN ESTA EPOCA DEL MUNDO, PARA QUE DESPIERTEN A LA GENTE Y LE HAGA VER CUÁN LEJOS ESTÁ DIOS DEBIDO A LA TRANSGRESION DE LA LEY. Nehemías era un reformador, un gran hombre suscitado para un momento importante. Cuando se enfrentó al mal y a toda suerte de oposición, se despertó un nuevo valor y celo. Su energía y determinación inspiraron a los habitantes de Jerusalén; y la fortaleza y el valor tomaron el lugar de la debilidad y el desánimo. Fueron contagiosos su propósito santo, su gran esperanza, su alegre consagración al trabajo. La gente captó el entusiasmo de su caudillo, y en su esfera cada hombre se con-
virtió en un Nehemías, y ayudó a fortalecer la mano y el corazón de su vecino. Aquí hay una lección para los ministros de los días de hoy. Si son indiferentes, inactivos, desprovistos de un celo piadoso, ¿qué se puede esperar del pueblo al cual ministran? (SW 28-6-1904).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
✿ Espero que te haya gustado esta entrada y te haya sido de gran Bendición para tu vida. ✿ Dios te Bendiga Hoy y Siempre ✿