Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la Fe.
Hebreos 12: 2.
En Jesús vemos el amor del Padre en acción; vemos perdón, aceptación, salvación. La fe surge en nuestros corazones. ¡Creemos! Pero es solo el comienzo. Si paramos allí, no importa cuan maravillosa sea la experiencia, terminaremos viviendo en una verdad a medias. Y solamente la mitad de la verdad acerca de Dios puede ser tan dañina como una mentira abierta.
La respuesta a este dilema potencial se halla en Hebreos 12: 2 ¡Necesitamos mantener nuestros ojos fijos en Jesús! Porque nuestra comprensión de quien es Dios no solo comenzó con Jesús; también se consumara mientras contemplamos la verdad completa en El.
La Fe no cambia a Dios en relación con nosotros; nos cambia a nosotros en relación con Dios. No lo presiona a El para que nos perdone; es nuestra respuesta ante el descubrimiento de que El es perdonador. La Fe no apacigua la ira de Dios hacia los pecadores; cura la hostilidad de los pecadores hacia Dios. No es de extrañar, entonces, que Pablo pudiera repetir ese gran tema escritural: "Mira el justo por la fe vivirá" (Romanos 1: 17) Porque la fe es la conexión con el Dador de la Vida.
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